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Ursula von der Leyen. Reuters
Tres falacias sobre el nuevo liderazgo de las instituciones de la Unión Europea

Tres falacias sobre el nuevo liderazgo de las instituciones de la Unión Europea

Francisco Aldecoa Luzárraga

Catedrático Emérito de Relaciones Internacionales de la UCM | Presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo

Jueves, 30 de enero 2025, 10:02

En la opinión pública española se ha extendido la idea de que en las instituciones de la Unión Europea el papel de las mujeres ha disminuido en esta nueva legislatura (2024-2029), dado que en las elecciones al Parlamento Europeo del 6-9 de junio de 2024, el porcentaje de eurodiputadas electas bajó del 40% al 39%, y en la nueva Comisión Europea desapareció la paridad 50-50%, quedándose en la actualidad en el 40-60%. Por otro lado, se da por hecho que hay una derechización de las instituciones y que tiene más peso la extrema derecha. Por último, se afirma que está mal dirigida, y que las personas que están al frente de las instituciones no tienen, ni la preparación, ni la experiencia necesaria, para liderar la Europa de hoy.

En primer lugar, en la nueva Comisión Von der Leyen II existen seis vicepresidencias ejecutivas, de los cuáles, cuatro son mujeres y dos son hombres, además de la Presidenta Von der Leyen, que quizás tengan más capacidad ejecutiva. Es decir, de los siete puestos más relevantes de la Comisión Europea, cinco los ocupan mujeres. De tal manera, que esa primera aproximación de que la representación de las mujeres ha disminuido no es del todo correcta, ya que son mayoría en los cargos más relevantes de dicha institución.

Por lo tanto, además de estar la Comisión presidida por una mujer, la alemana Ursula Von der Leyen, también lo está el Parlamento Europeo, con la maltesa Roberta Metsola, y solo el Consejo Europeo está presidido por un hombre, el portugués Antonio Costa. Además, podemos contar con la Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, republicana francesa, y la española presidenta del Banco Europeo de Inversiones, independiente aunque cercana a los socialistas, Nadia Calviño. Por lo tanto, por primera vez en el ciclo institucional, si recogemos los cuatro nombres a los que he hecho referencia, más la Alta Representante, nos damos cuenta de que en los seis puestos más relevantes, cinco son mujeres (Von der Leyen, Metsola, Kallas, Lagarde y Calviño), y tan solo uno es hombre (Costa).

En cuanto a su composición política, tres de estos nombres son del Partido Popular Europeo, bien entendido que quizás en los puestos más destacados (Von der Leyen, Metsola y Lagarde), dos son socialistas (Costa y Calviño) y una es liberal (Kallas). Así, lo primero que hay que resaltar es que el Presidente del Consejo se ha cambiado, de un liberal, que tenía poca aceptación, el belga Charles Michel, por un socialista, que goza de gran popularidad y con gran experiencia.

Por lo tanto, en cuanto a la extrema derecha, si bien ha aumentado algo el número de eurodiputados, teniendo el 25% de la cámara, estos están profundamente divididos en al menos tres grupos (Patriotas, Conservadores y Reformistas, Europa de las Naciones Soberanos). Sin embargo, los proeuropeos, que representan el 70% de la cámara (populares, socialistas, liberales y verdes), están unidos, e incluso comparten un programa común los tres primeros. Además, la extrema derecha no ha alcanzado cuota de poder, tan solo una vicepresidencia ejecutiva en la Comisión, el italiano Fitto, que es del grupo menos radical (Conservadores y Reformistas).

En el análisis tradicional se suele poner el acento en el peso de los gobiernos de los Estados, para analizar el liderazgo de la Unión Europea. A mi juicio, esto está disminuyendo algo, al menos en esta X legislatura, ya que, posiblemente, se está reforzando el peso de los líderes de cada una de las tres instituciones, y también de los seis importantes cargos políticos, ya que dos han sido primeros ministros (Costa y Kallas) y, de los otros cuatro, tres han sido ministros en puestos muy destacados, especialmente en economía (Calviño y Lagarde), pero también en defensa (Von der Leyen). Por lo tanto, no se puede decir que no tengan ni liderazgo, ni capacidad, ni experiencia.

Finalmente, hay que resaltar que, efectivamente, hay tres falacias, ya que no es verdad que el papel de las mujeres haya disminuido en el liderazgo institucional europeo, si no todo lo contrario, ha aumentado en los puestos más relevantes. En segundo lugar, no es cierto que se haya derechizado el sistema institucional, ya que se ha incluso equilibrado, con el nombramiento de un socialista en el Consejo. Tercero, las personas elegidas para liderar la nueva legislatura son posiblemente los líderes más claros en Europa, con una gran experiencia, capacidad y gran apoyo de la opinión pública. Además, van a tener una duración de cinco años, frente a la mayoría de los gobiernos de los Estados miembros, cuyos líderes han ido perdiendo influencia, y tienen un tiempo más limitado.

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