¿Cruzo o no cruzo? O el peligro de muerte cuando atraviesas la Avenida de la Constitución de Cistierna

Este es un ejemplo de lo que la sociedad civil puede conseguir movilizándose cuando los poderes que nos desgobiernan dicen que hacen pero no hacen nada. Que así viven los políticos de todos los colores: «con arte, y con engaño, vivo la mitad del año; y con engaño y arte, vivo la otra parte».

Recordamos ahora la plataforma cívica que en años pasados luchó para que la red de alta tensión Sama-Velilla, no profanase el territorio del municipio. También nos acordamos de la ambigua posición en esos momentos de algunos políticos y de la Diputación respecto al problema que se nos venía encima.

Gratamente sorprendidos vimos al día siguiente de la citada protesta cívica, que los pasos de cebra eran una realidad. Ahora que ya están pintados, la pregunta que se hacen muchos cisterniegos y aquellos que nos visitan es: ¿cruzo o no cruzo?

La travesía de la N 625 por Cistierna, in illo tempore bautizada como calle Fermín y Galán, más tarde Generalísimo Franco y, ahora Avenida de la Constitución, es muy peligrosa. En alguno de los pasos de cebra ya hubo atropellos, uno de ellos mortal. Y es que el peatón no se siente seguro ni siquiera atravesando por los pasos habilitados para tal menester.

Ciertos íncubos y súcubos con carnet de conducir, hacen como que no existe señal ni paso legalmente establecido y, no se detienen aunque vean tres o cuatro personas esperando para pasar; otros, apenas advierten que acercas el pie a la primera de las blancas líneas, aceleran para pasar ellos antes; los más viles, felones y criminales de entre ellos, se precipitan sobre el peatón una vez que ya está en la mitad de la carretera.

Atravesar en Cistierna un paso de peatones de la Avenida la Constitución es una operación de alto riesgo, sólo para valientes, debido a la barbarie de ciertos conductores a los cuales podemos llamar abiertamente enemigos del género humano, armados de poderosa arma: el coche.

A las autoridades competentes en la materia que pongan remedio en asuntos tan graves, para que los males en nuestra villa no se enconen hasta pudrirse. La convivencia vecinal es un asunto que se resume en: cuidarnos y respetarnos mutuamente; asunto que nuestras antiguas ordenanzas concejiles siempre tuvieron muy en cuenta.