¡Corred, insensatos!

El sentimiento leonés no pasa por subirse a caballo ganador con la proximidad de unas elecciones, y digo esto porque eso no vale de nada cuando luego se siguen las directrices de un partido que tradicionalmente castiga a esta tierra sin que sea evitado por estos ahora adalides interesados del leonesismo. El movimiento se demuestra andando como ya indicó en su día el filósofo griego Diógenes.

Que un leonés quiera a su tierra es lógico, solo faltaba que no la quisieran, pero de ahí al sentimiento leonesista hay un trecho. El leonesismo supone luchar por León, traer industria, generar empleo, hacer políticas que frenen el declive demográfico que aumenta cada vez más. Esto, que repito es el leonesismo, es lo que no hacen ni han hecho estos candidatos de estos partidos, candidatos que pertenecen a partidos políticos que ya han dirigido varias veces nuestros destinos y que, a la vista está, no han hecho nada efectivo para conseguir esos anhelados objetivos. Creo que todos los ciudadanos deberían darse cuenta y ser conscientes de que esto es así. La poca credibilidad de estas personas en lo referente a la lucha por León está más que clara.

Me viene a la cabeza ahora una escena de la famosa trilogía de El Señor de los Anillos en la que el mago bueno llamado Gandalf está luchando con un demonio malo, pero malo malísimo, y ante tal adversidad les dice de manera tajante a los que le acompañan: ¡Corred, Insensatos! Una buena metáfora para aplicar a la maldad que encierran declaraciones y promesas falsas. Igual lo que hay que hacer es huir de los farsantes. Pues nada, que cada cual se aplique el cuento…