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Carta al director

El Hospital veterinario de la ULE y una aclaración

En estos días tan revueltos ni siquiera me he molestado en leer la mitad de los comunicados, artículos y comentarios publicados sobre el servicio quirúrgico de equinos en el Hospital Veterinario de la Universidad de León...

Claudio Bernardo Bardón

Martes, 24 de enero 2023, 09:46

En estos días tan revueltos ni siquiera me he molestado en leer la mitad de los comunicados, artículos y comentarios publicados sobre el servicio quirúrgico de equinos en el Hospital Veterinario de la Universidad de León. Mi labor es tratar de atender a mis clientes lo mejor posible con los medios de los que dispongo. Pero cuando los clientes e incluso la propia familia te hacen llegar comentarios muy alejados de la realidad, te ves obligado a informarte.

Debido a los comentarios realizados por el rector hacia mí en la conferencia de prensa del martes 17 de enero en el edificio El Albéitar, como profesional, no me queda más remedio que aclarar varias cosas:

En primer lugar, quiero agradecer al personal de la Universidad de León y de su Hospital veterinario toda la ayuda que me han prestado durante los 9 años en los que hemos colaborado. Sobre todo, a los veterinarios internos residentes, ya que muchos a pesar de no tener un especial interés por los equinos, nunca han puesto ningún problema en colaborar conmigo (debemos tener en cuenta que el primer interno residente específico para el servicio de equinos se contrató del 2018 al 2020) y a los alumnos, que colaboraron sacando tiempo de sus ratos de ocio y estudio.

Respecto a mi relación con la universidad debo decir que he colaborado con ella de distintas formas:

-Con contratos administrativos menores, que posteriormente se fueron prorrogando de forma ilegal hasta llegar a un contrato de falso autónomo y despido improcedente incluido, como así lo reconoce la sentencia 421/2020 del juzgado de lo social n.º 3 y que conllevó la correspondiente indemnización pagada con los impuestos de todos.

-Como profesor asociado, junto con otros cuatro compañeros; pero a su llegada al rectorado el señor Marín consideró que no éramos necesarios y desaparecieron las plazas. Posteriormente, dada la obvia necesidad, se volvieron a convocar sin que ninguna de ellas tuviera ya relación con equinos. Ahora existen 9 profesores asociados.

-Y, por último, como autónomo sin relación contractual con la Universidad. La forma de hacerlo era alquilando instalaciones al precio que la Universidad estimaba oportuno. No sé si era barato o caro. Lo que sí sé es que he pagado todo lo que se me ha facturado, casi 90.000€, para ser exactos faltan 83 €, que no cubren las pizzas que les compraba a los internos residentes que me ayudaban en la atención de las urgencias nocturnas. Dice el rector que los importes eran bajos; puede que en algunos pocos casos fuera así, pero la afirmación es discutible, sobre todo si tenemos en cuenta que los clientes los ponía yo, el trabajo lo hacía yo, el material fungible lo ponía yo, los medicamentos los ponía yo, equipos como ecógrafo, aparato de rayos X, monitorización anestésica…los ponía yo, y que la ayuda que podía recibir procedía de unos recién graduados que formaba yo (porque no olvidemos que los residentes son personal en formación)… ¿Qué precio me quería cobrar?

Nunca he podido conseguir una plaza de contratado en los siete procesos de selección que se han convocado desde 2018, en los que, curiosamente, si con el baremo que se había publicado, yo quedaba el primero de los aspirantes, el resultado era que «Ninguno de los candidatos reúne los requisitos mínimos de experiencia y competencias para acometer las funciones que requiere la plaza ofertada»; algo que podría parecer gracioso, ya que era para cubrir el servicio que yo ya estaba dando, y ¡Ellos mismos me seguían contratando para seguir atendiéndolo! Este modo de proceder no solo era ofensivo para mí, esa contestación también la llevaron compañeros muy cualificados que ahora trabajan en otras facultades. Otro artificio consistía en atribuir a mi actividad profesional menor puntuación que a la de veterinarios que apenas tenían experiencia con caballos. Ante cualquier alegación, la respuesta ha sido que la FGULEM, que es la fundación que administra el hospital, presidida por el rector, no es una entidad pública, por lo que puede seguir los criterios que le dé la gana y los baremos pasaron a no ser públicos. ¡Aclárese! La gestión y la administración del hospital, ¿Es pública o privada? ¿O varía según le convenga? En los últimos procesos se ha llegado al extremo de pedir primero el currículum a los aspirantes para, después, publicar la convocatoria. Además, la experiencia demostrada en el Hospital de la Universidad de León durante años no se considera por la FGULEM como realizada en un hospital de equinos reconocido.

Todos los casos que atendí en el hospital sirvieron para docencia, tanto para los veterinarios internos residentes como para los alumnos de grado y postgrado, y estuvieron bajo mi supervisión diaria. Es posible que, en los últimos periodos, no haya dedicado a la formación tanto tiempo como fue habitual durante años, pero resulta que un autónomo tiene que ganarse la vida haciendo clínica, no dando ruedas de prensa. Nadie me pagaba por la formación y docencia de internos residentes y alumnos. Para eso están los docentes y los dos veterinarios que usted contrató.

Respecto al servicio de atención clínica a equinos, debo corregir en este caso a los propietarios, en ningún momento la Universidad ha tenido un servicio de atención quirúrgica de 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. El hospital me dejaba alquilar las instalaciones durante las 24 horas del día, casi cualquier día del año gracias a la colaboración de los internos residentes y alumnos de la Facultad.

El Hospital solo ha tenido colaboraciones muy puntuales con cirujanos externos y todas programadas, y ¡vaya casualidad! justo antes de la conferencia de prensa, la FGULEM ha contratado a una cirujana en plantilla. El problema legal con el que se encuentra es que existe un Convenio colectivo estatal de centros y servicios veterinarios (Boletín Oficial del Estado núm. 219 de 14/08/2020). En los dos últimos procesos de selección ¡Ni siquiera la convocatoria cumple los requisitos del convenio! Pues establece que la relación laboral será de un contrato indefinido con una jornada de trabajo de 37,5 horas semanales de media en cómputo anual, en jornada de mañana y tarde, dos semanas al mes con disponibilidad para la atención de urgencias. ¡Dado que es una contratación a tiempo parcial, el convenio no permite realizar horas extraordinarias y, por tanto, no se pueden atender urgencias! Por todo esto la atención quirúrgica se limita a 70 horas al mes. La intención será buena, pero ilegal.

Acerca de la acreditación europea de la Facultad, el señor rector no debería pasar por alto que el certificado de aprobación de la EAEVE se consigue en 2017 como consecuencia de los trabajos realizados durante los tres años académicos anteriores (2013-2016). ¡A la Facultad como entidad! A veces parece que se la han dado a él. Recordemos que él dejó de ser decano en el 2011 y se consigue la acreditación cuando apenas lleva meses como rector, nada que ver con su gestión; sin embargo, yo si estaba entre el personal que trabajaba en el hospital en dicho periodo. A los 7 meses de recibir el estatus de aprobada, se cambia el sistema de gestión. Durante el tiempo que estuve encargado de la actividad clínica equina en el hospital, hasta 2020, no solo no se hizo ninguna inversión en equipamiento, sino que se llegaron a rechazar equipos donados por empresas que acabaron cedidos a otras facultades.

Por lo que respecta a las personas que reclaman un servicio, creo que debería mostrar más respeto. Usted tendrá la potestad de decidir si considera sus peticiones viables o no; pero con sus comentarios lo que ha demostrado es el desconocimiento total del sector ya que entre las personas que han apoyado esta protesta están los principales veterinarios referentes del hospital, criadores punteros a nivel nacional como Yeguada Finca Maeza, Yeguada la Mesada, Cuadra Casa'l Capellán, Yeguada Molino de Quintos, Yeguada Manzaneda y muchos otros que, aunque sean más pequeños, son igual de importantes, incluso presidentes de sus asociaciones, como ¡¡ANCADES!! que representa a más de 4000 ganaderos y más de 20.000 animales, organizadores de concursos hípicos de nivel internacional, numerosos centros hípicos, entrenadores y jinetes de nivel nacional e internacional, presidentes de Federaciones Hípicas y muchos particulares. En cuanto al nivel de los caballos atendidos puedo decir que hemos atendido ganadores de pruebas internacionales, caballos muy bien clasificados en campeonatos del mundo, varios campeones de España…Como representante de un organismo público debería tener más respeto a los contribuyentes.

Acerca de mi relación personal con otros hospitales, esta siempre ha sido fluida. Tanto con el Hospital Clínico Veterinario de la UAX, como con la Clínica Veterinaria Cabalia, la Clínica Equina Olmedo, la Clínica Equina Agrodiego o con el Hospital Equinum existen muy buenas relaciones. Cuando lo necesitamos nos hemos ayudado, he intervenido caballos en algunos de estos centros, nos hemos remitido casos e incluso prestado equipos propios. La relación con otras entidades como los Centros Militares de Cría Caballar de Mazcuerras o de Lore-Toki no solo es buena, sino excepcional y si quieren hasta puedo adjuntar cartas de agradecimiento de estas instituciones.

Sobre las futuras colaboraciones con el hospital. Yo soy un simple trabajador igual que el resto de los compañeros que ha citado en la conferencia de prensa, e igual de especialista que la mayoría de ellos. Si las condiciones son favorables para mi negocio por supuesto que colaboraré, pero por lo que nos ha comentado el señor rector parece que están abiertos a cualquier colaboración, siempre que no me incluya. Estaría bien que explicara el motivo de esa decisión. Lo único que me han comunicado durante estos 9 años, es la carta del director con fecha del 19 de julio en la que se traslada la orden del rector para que se suspenda mi colaboración por «quejas del Servicio de Medicina Equina» sin concretar más. Desde mi marcha, han tenido que cambiar al jefe del servicio en tan solo tres meses.

[Claudio Bernardo Bardón DVM MS, CertEspCEq, Colegiado LE 1761, socio 359 de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Équidos de España y socio 44 de la Sociedad Española de Cirugía Veterinaria]

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