Carta al alcalde de León de los vecinos de Eras de Renueva

Analicemos la funcionalidad de la instalación de esa valla, ¿de verdad es necesario que mida dos metros de altura y que sea infranqueable para cualquier persona?. Para separar el carril bici y el césped, ¿no sería suficiente una valla ornamental de madera acorde con el entorno y de un metro de altura por ejemplo?.

¿Qué pasa con las personas invidentes, ¿se les lleva primero para que la interioricen y sepan dónde están las puertas?, ¿y los que van en silla de ruedas o los cochecitos de niños?, se han calculado las puertas para que en cualquier emergencia puedan salir o entrar por ellas?.

Si una persona mayor en silla de ruedas que está en la zona verde tiene un problema y hay que llamar a una ambulancia para llevarle con urgencia ¿se le lanza por encima de la valla o tenemos a un atleta de élite en la zona preparado para estos casos que haga los 500 metros de valla corriendo empujando la silla hasta poder sortear la dichosa valla por uno de sus extremos y poder acceder así rápidamente a la carretera?.

Esta barrera, y ya me pongo en un caso extremo que deseemos no se produzca, evita la huida eficaz de cualquier persona, sí también puede ser una mujer, que pueda ser abordada por cualquier indeseable…., perdone pero es que no hay por dónde coger esta aberración urbanística.

Nadie entiende el motivo de la instalación de ese horroroso y desproporcionado «elemento barrera» que rompe toda la armonía de este espacio verde. Si el motivo de la valla es que los perros no molesten a los viandantes o interfieran con el carril bici, como he dicho bastaría con una pequeña valla disuasoria y no infranqueable, de materiales, proporciones y diseño más acorde al entorno. Sin olvidar que los perros son responsabilidad de sus dueños que los deben tener vigilados, y estar pendientes de que no salgan corriendo para el carril bici y o carretera, o molesten a los viandantes de la zona, y si es necesario llevarlo atado cuando hay mucha gente para que no molesten, como hago yo. ¿Acaso para que la gente suelte a sus perros que corran libremente como si estuvieran en el monte vallamos a los vecinos para que no molesten a los perros?. ¿No debería ser al revés?, será más prioritario pensar en las personas que viven aquí, digo yo.

Si lo que se quiere es hacer una zona de esparcimiento canino, que se haga en un espacio completamente cerrando que se quiera dedicar a ese uso que es lo razonable y eficiente, y no hipotequemos toda la zona verde de un barrio para ello.

Creo que nuestro barrio, señor Alcalde tiene otras prioridades, por ejemplo no tenemos aparcamientos, con lo que los visitantes a este zona verde, incluidos los dueños de los perros suben sus coches a la acera enfrente de nuestras casas, se podrían diseñar en esa zona de la valla unos cuantos aparcamientos en batería. El estado del asfaltado de algunas de nuestras calles (Ejercito del Aire por ejemplo) no es de recibo, el estado de unos cuantos tramos de aceras….

Además creo que en esa pradera que tiene mucho espacio estaría bien y sería mucho más prioritario que esa penosa barrera, hacer algún parque infantil para los niños y alguna cancha deportiva para los jóvenes, ya que en este barrio no hay un triste parque o zona de juegos donde los críos y/o chavales puedan reunirse, y pagamos un generoso IBI que entiendo nos da los mismos derechos que a los demás.

Sinceramente nos resulta vejatorio para este barrio que toda nuestra zona verde sea prioritaria para que todos los leoneses suelten a sus perros delante de nuestras casas de manera incontrolada, incomodando y/o anulando los derechos de los demás a disfrutar de esa zona de esparcimiento respetando y que te respeten, y encima aparquen sus coches subiéndolos a las aceras enfrente de nuestras casas ya que no hay aparcamientos (le enviaré fotos próximamente para que tenga constancia).

Y ya puestos con los perros espero que el motivo de esta horrorosa barrera, no sea las convocatorias masivas de una empresa privada de adiestradores de perros, que citan los fines de semana a todos sus clientes en la pradera de delante de nuestras casas, ocupando un espacio público para realizar una actividad privada lucrativa para ellos, porque claro está que esto es de dudosa legalidad, y sólo falta que encima con los impuestos de todos tengamos que pagarles esta desafortunada valla para que puedan llevar a cabo mucho mejor su actividad privada, sin que les molestemos los demás.

Espero y confío en el buen criterio de su persona, esperando que este despropósito de barrera urbanística, paupérrima en cuanto a diseño e integración con el entorno y nada funcional, sea fruto de algún mal asesoramiento. Agradecería que se pasase por la zona y compruebe con sus propios ojos lo que le estoy exponiendo, y rogándole reconsidere esta actuación y tome nota de otras que son mucho más prioritarias para el barrio.

Atentamente, un vecino que cumple con sus obligaciones.