Caminos tortuosos

Pablo y Sara son dos de entre nuestros muchos egresados que han tenido un gran éxito profesional y que, como han demostrado en distintas entrevistas en medios leoneses y de todo el país, creen firmemente en nuestra Universidad porque les ha facilitado una formación que, sumada a sus ganas de comerse el mundo, les catapultará muy alto (nunca mejor dicho).

Quiero darles desde aquí mi enhorabuena sincera y también alabarles el gusto por decir, a quienes les quieran oír, lo que es un hecho cierto que, por desgracia, a veces se nos olvida: que la Universidad de León, nuestra Universidad, la de todos los leoneses y de aquellos otros que deciden hacerla suya cursando aquí sus estudios de grado y postgrado-lo repito otra vez- es una gran Universidad que se merece este éxito que, siendo de estos dos magníficos candidatos, es el de todos nosotros.

A ver si nos lo creemos de una vez y de paso nos suma algo en el tortuoso camino al que nos enfrentamos para que la ciudad de León, apoyada en la Universidad, albergue finalmente la sede de Agencia Espacial Española.

Y hablando de caminos tortuosos, también lo ha sido la reciente aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en los que Pedro Sánchez, agarrándose con uñas y dientes a esta maltrecha legislatura, ha dejado los últimos pelos en la gatera, o peor, los suyos no, los de todos los españoles. Y lo digo convencida de que estas cuentas públicas pasarán a la historia como aquellas que han supuesto el tributo más terrible que puede pagarse en democracia: el «abaratamiento» de delitos como la sedición cuya actual tipificación nos garantizaba hasta ahora vivir tranquilos en nuestro Estado de derecho. Estamos en una deriva en la que ya nada nos sorprende lo que no impide que, desde la sensatez, deba denunciarse el inmenso coste que nos va a suponer que Sánchez concluya su periplo. Verdaderamente escandaloso.

Y sigo con caminos tortuosos- que menuda quincena llevamos- porque no soy yo de los que ven la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio… La veo, la veo… y, por ello, muy a mi pesar, tengo que hablar de lo que pasa en el Partido Popular de León del que me siento parte y que en estos últimos días ha vivido una catarsis, otra más que, desde luego, no contribuye en la buena imagen que deberíamos proyectar a la sociedad y, muy en particular, a nuestros afiliados, votantes y simpatizantes que, me consta, asisten ojipláticos y decepcionados a las cosas que nos pasan…porque… ¡vaya cosas nos pasan!…

Malo es que se haya venido publicitando- fuentes del partido dixit- que nadie quiere afrontar el reto de encabezar las listas a la alcaldía de León porque no les apetece presentarse a perder… Yo alucino con la sibilina forma que tenemos de hacerle la campaña a los contrarios...

Parece mentira que a estas alturas todavía no hayamos entendido que no se trata de la persona, de lo que cada uno quiera o no quiera…Si tuviéramos claro que el objetivo mismo debe ser el bien de León y los leoneses, y que esto está muy por encima de cualquier cosa, y mucho más de los intereses personales de cada cual, nos dejaríamos de tantas bobadas y empezaríamos a luchar a brazo partido para intentar ganar las próximas elecciones municipales desde la convicción de que el Partido Popular es la mejor opción, mejor aún, la única opción, y que por ello deberíamos dejarnos la piel en el intento.

Y es que el reto del Partido Popular en la ciudad de León y en cualquier otra ciudad o pueblo de nuestra provincia es presentar en nuestras listas solo a los mejores con lo que ello necesariamente implica de generosidad para los unos que, por no serlo, deberían dar un paso atrás- que ya les toca-, y para los otros que deberían darlo hacia delante por el bien de todos.

Éste es el reto y éste debe ser el objetivo. Y para lograrlo hace falta convicción, preparación, un fortísimo compromiso, y la absoluta implicación con las ganas de servir a León y a los leoneses. Esta es la única fórmula para ganar en credibilidad y demostrar que lo que nos mueve es el interés general -no el particular de cada uno- que es del que deberían alimentarse nuestras expectativas.

En mi opinión lo de menos pues es ganar o perder porque desde esta perspectiva solo se puede ganar, y deberíamos hacer todo lo posible por hacerlo porque eso facilitaría cambiar y mejorar las cosas que nos importan a todos.