Peregrinos en el Camino de Santiago ICAL

El Camino de Santiago en León y en Barcelona

«Pues bien, esta mujer tan equilibrada, que administra un presupuesto equilibrado e implementa una política turística equilibrada ha hecho un reparto que parece cualquier cosa, menos equilibrado»

Eduardo Fernández

Miércoles, 14 de julio 2021, 09:47

Lo que mejor saben hacer los políticos del gobierno son planes. Gobernar ya es otra cosa y lo de mejorar la economía, si eso, ya para otra legislatura. Pero por planes, que no quede. La ministra de Industria, Comercio, Turismo y filfas peregrinantes se llegó ... hasta Oviedo para publicitar, con toda suerte de artificios propagandísticos, el pomposo Plan Nacional Turístico. Y gracias a tan magno esfuerzo gubernamental sabemos que hay en España cientos de miles de millones de ramales del Camino de Santiago. Y los de León creyéndonos que pasaba por aquí. Lo que ya es la repanocha es que se financiará su arreglo con los fondos europeos Next Generation, que vienen a ser como las flotas de Indias cargados de metales preciosos para hacer florecer nuestra economía hasta revivir el milagro español.

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La ministra Reyes Maroto tiene un sentido del equilibrio que le impediría practicar el funambulismo político -son más de filibusterismo- en un alambre suspendido, como un fino cable entre Moncloa y Ferraz. La conocí en una pasada vida parlamentaria y no recuerdo que fuera especialmente receptiva a los problemas territoriales. Tampoco particularmente afable, pero eso ya va en gustos, y no tenía por qué ser amable con el diputado que se sentaba a su lado en las comparecencias, porque los usos parlamentarios están precisamente para desusarlos. Lo relevante no es qué me pareciera a mí a nivel personal, sino qué le parece a esta provincia, transida de caminos a Santiago, su decisión como ministra a la hora de repartir la pasta para su puesta en valor. A mí me gustaría que la afabilidad tuviera directa traslación presupuestaria en forma de ayudas para León. Pero no. Ni de lejos. O al menos de tan lejos como queda Barcelona de Santiago, aunque todo el mundo sabe que la Ciudad Condal es obligado referente del camino francés. Vamos, dónde van ustedes a parar, mucho más que juntando Sahagún, León, Astorga, Ponferrada y Villafranca del Bierzo, que tenía más posibilidades de recibir ayudas si se hubiera apellidado del Penedés.

Pues bien, esta mujer tan equilibrada, que administra un presupuesto equilibrado e implementa una política turística equilibrada ha hecho un reparto que parece cualquier cosa, menos equilibrado. Nos informa Leonoticias amablemente de que la provincia barcelonesa tiene la escalofriante cifra de 57 kilómetros de caminos a Santiago. Si es que desde Cataluña se llega a todo rincón del orbe. En cambio, la pobre provincia leonesa sólo tiene 720 kilómetros de los siete trazados de caminos a Santiago. Y es que así no se va a ninguna parte. 57 contra 720 justifican plenamente los 3,5 millones para Barcelona y los 4 para León. No me hagan la cuenta fácil: si 57 kilómetros requieren 3,5 millones, 720 no lo hacen con menos de 44 millones, que eso no es keynesiano ni socialista. Porque hay que introducir un factor corrector. Por la provincia de Barcelona pasan varios millones de peregrinos a Santiago al año y por León ninguno, que por eso la ministra ha buscado la masa crítica para repartir las ayudas y les unta sin límite no porque los indepes catalanes sostengan el gobierno de Sánchez con gesto de matón nacionalista con esa ansiosa codicia que obliga a replantear la solidaridad territorial y la justicia distributiva en España.

No puede quedar duda alguna en León de que el reparto es más que justo y, si acaso, se ha excedido con León, que tampoco es para tanto el cruce de caminos aquí, que al final no se sabe si el personal va a abrazar al Santo, a la Vía de la Plata, al Camino de Invierno, a Oteruelo o a Camagüey. Los que cruzan nuestra tierra vienen en su mayoría a través de Barcelona, como si en lugar de compostela trajeran estelada y en vez de concha vinieran provistos de escarapela de ERC.

Les confieso estar hasta el gorro de que lo que media España reclama, y desde luego León merece, se vaya a Cataluña para pagar apoyos parlamentarios. Porque lo del indulto les parece muy bien, pero los minutos de oxígeno al gobierno los cuentan mejor en euros, que para eso los nuevos indepes no dejan de parecerse a los convergentes de siempre, 3 % adicional. Lo demás es que nos cuenten milongas, porque el Camino de Santiago en León se le hace al gobierno más largo y cansado que el de Barcelona y ya está bien.

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