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Esos Ángeles Naranjas

Los voluntarios de Protección Civil son un importante pilar en la prevención y gestión de emergencias, junto con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policías locales, Sanitarios y algunas unidades del Ejército, entre otros

Miércoles, 1 de diciembre 2021, 10:52

Cierto es que en estos quince días ha habido cosas trascendentes de las que me gustaría hablarles, como la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado que, como vaticiné, han salido adelante con los apoyos más indeseables y con la correspondiente regañina de la Ministra ... Montero a quienes no nos gustan los grupos políticos que propician esta indecorosa aprobación; y eso por no hablar de la manifestación en contra de la infame reforma de la «Ley de seguridad de ciudadana» que pretende el Ejecutivo, que deja vendidos, al albur de los violentos, a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su buen quehacer diario. Ambos asuntos están dando- y me darían a mí también - mucho juego para elaborar estas líneas.

No obstante, considero de justicia orillar estas cuestiones y aprovechar mi columna quincenal para hacer algo que es de justicia-que, de hecho, llevo tiempo con ganas de abordar- que viene a cuento por el reciente acto celebrado hace unos días en León. Se trata, en definitiva, de aprovechar esta ocasión para reconocer sinceramente la dedicación de aquellos hombres y mujeres que gastan sus energías y su tiempo en ayudar a los demás a través de las Agrupaciones y Asociaciones de Protección Civil de nuestra provincia.

Conforme a los datos facilitados por la Agencia de Protección Civil de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, son veintinueve las Agrupaciones y dos las Asociaciones de Protección Civil que prestan sus servicios en nuestra provincia, en las que se integran 728 voluntarios, hombres y mujeres empeñados en facilitarnos la vida a todos, que derrochan solidaridad y generosidad en unos tiempos donde precisamente no sobran.

Esta extensa red de voluntarios de protección civil de la que dispone León -la mayor de todas las provincias de la Región- se merece que mencione una a una a todas las Agrupaciones y Asociaciones provinciales, por si alguno de ustedes no tuviera un noción clara de cuánta solidaridad tiene a su lado. Así, mi reconocimiento sentido y sincero a todos los voluntarios que se integran en las de Almanza, Astorga, La Bañeza, Bembibre, Carracedelo, Carucedo, Castropodame, Cuadros, Fabero, del Refugio de Ferreras del Puerto, del Curueño- que agrupa La Vecilla, Valdelugueros y Santa Colomba del Curueño- Hospital de Órbigo, La Pola de Gordón, León, Ponferrada, Riello, La Robla, Sahagún, San Emiliano, San Andrés del Rabanedo, Sariegos, Santa María del Páramo, San Emiliano, Toreno, Valencia de Don Juan, Valverde de la Virgen, Villablino, Villagatón, Villafranca del Bierzo y Villaquilambre, así como la Asociación Provincial de León y la Agrupación de El Consejo Comarcal del Bierzo.

He de confesarles, no sin cierto sonrojo, que antes de 2015, cuando asumí la responsabilidad de la Subdelegación del Gobierno en León, como tantos otros ciudadanos, no reparaba en exceso en el papel de estos hombres y mujeres de uniforme naranja que veía en procesiones, cabalgatas, y todo tipo de eventos deportivos, culturales, escolares, sociales, musicales, medioambientales y de cualquier otra índole. Para mí, como para muchos, se difuminaban entre las multitudes de cada ocasión si no hubiera sido por su llamativo uniforme que sirve para localizarles cuando pasa alguna cosa y poder recurrir a ellos con más facilidad.

Fue el ejercicio de mi labor esos años lo que me facilitó calibrar qué es lo que hacen realmente y, conocido su quehacer, admirar el grado de generosidad infinita de quienes, quitando tiempo de lo suyo - sus aficiones, sus familias, su ocio…- ponen todo el empeño en ayudar a los demás, hasta el punto de convertir este afán en un lema de vida. Con ello prestan un servicio básico a la sociedad leonesa que, en sus manos, está mucho más atendida y segura ante cualquier urgencia o emergencia y ante los siempre posibles riesgos o catástrofes que puedan acaecer. Frente a estos sucesos, los voluntarios de protección civil se convierten en esos ángeles naranjas que ponen todo el corazón en atender a quienes les necesitan.

La ventaja de haberles conocido en primera persona, lo importante de haber trabajado- y disfrutado- con ellos, y de haberles visto actuar en tantos y tan diferentes momentos es, por un lado, que ya nunca más me pasará desapercibida su importante labor y, por otro, que puedo hacerles a ustedes partícipes, con estas breves letras, de mi admiración por todos y cada uno de nuestros voluntarios, así como de mi absoluto convencimiento de lo necesarios que resultan para dar seguridad y tranquilidad a los leoneses.

Y ello se ha demostrado con creces en este año y medio largo de pandemia en unos momentos que han sido difíciles para todos y, en particular, para ellos. Porque los voluntarios de Protección Civil de esta provincia han realizado un grandísimo esfuerzo en la gestión de la crisis sanitaria, arriesgando de forma altruista muchas veces lo más preciado, su propia salud, en una labor de voluntariado no plenamente conocida y reconocida que nos atañe a todos los ciudadanos para los que su papel es esencial.

Los voluntarios de Protección Civil son un importante pilar en la prevención y gestión de emergencias, junto con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policías locales, Sanitarios y algunas unidades del Ejército, entre otros. A todos ellos, mi reconocimiento sincero y mi agradecimiento infinito-que sé que traslado en nombre de toda la sociedad leonesa- por su gran trabajo.

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