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La limpieza de una ciudad es una de las bases para evitar enfermedades. La recogida de basuras, el barrido de las calles y, en estos momentos, la desinfección de los posibles focos de contagio de coronavirus Covid-19 es una tarea más que esencial.
«Hemos cambiado drásticamente lo que hacíamos habitualmente», reconoce en una breve pausa nuestro Héroe de hoy, «la basura se sigue recogiendo porque es imprescindible, pero el limpiado de calles se ha cambiado y ahora se hace todo con agua con lejía».
Juan Carlos González Velasco detiene su trabajo unos minutos en la calle Lancia. La desinfección de ambulatorios, residencias, farmacias, supermercados y bancos son algunas de las tareas que ocupan su jornada laboral en estos días. Un trabajo, que como la mayoría desde el estado de alarma, ha sufrido cambios en los turnos.
Los trabajadores del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de León han pasado de entrar todos a las 6:00 horas de la mañana a hacerlo de marera escalonada desde las 5:00 a las 7:00 horas. Intentando de esta manera evitar que más de cuatro compañeros estén a la vez en el vestuario. «Nos repartimos la jornada para no amontonarnos en el vestuario», asegura el empleado público.
«En mi turno solo somos dos, en otros tres pero máximo cuatro personas», remarca Juan Carlos González, mientras explica que «si tu taquilla está al lado de la de otro esperas a que salga el compañero para entrar y tener el menor contacto».
El Servicio de limpieza del Ayuntamiento de la capital leonesa se dedica a diario a desinfectar «los centros más críticos como los ambulatorios, residencias, bancos, supermercados.. la idea es desinfectar la mayor superficie posible», asegura el trabajador.
Uno de los trabajos más importantes en estos momentos, en los que la higiene es la base de la salud. La desinfección con lejía en la capital leonesa también ha contado con empresas privadas como Desatascos Zapico y Limpiezas Palmero, y otras públicas que colaboran para abarcar más espacios.
Protegido con toda clase de Epis, Juan Carlos desinfecta los contenedores después de explicarnos que estos días se encuentra de todo por las calles de la capital. «Hay de todo, ha habido días que te das cuenta que de la gente esta concienciada y otros días la gente parece que se lo toma a cachondeo», lamenta el profesional explicando que en esas ocasiones «hay más gente de lo que te esperas por la calle y ves que van a pasear... me dan pena».
Una situación que provoca una sensación común a todos los héroes que estos días siguen trabajando para luchar de manera unida contra la Covid-19. La pequeña parte de la sociedad leonesa menos comprometida con la salud global sigue saltándose el estado de alarma sin pensar en aquellos que están arriesgando su vida y la de sus familias.
«Que los médicos, enfermeras, cajeras sigan jugándose la vida y haya estos ingratos que siguen saliendo a la calle … es bastante triste», lamenta Juan Carlos González Velasco.
Juan Carlos sigue con sus tareas y prefiere pensar en aquellos que si respetan la cuarentena social. Mientras el Real Decreto del estado de alarma siga en vigor, él y sus compañeros del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de León seguirán trabajando para mantener la capital leonesa lo más limpia y desinfectada posible.
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