Torra ignora a los científicos y avala las protestas de la Diada

Aun así, tanto la ANC, organizadora de las protestas, como Quim Torra, como máxima autoridad civil que podría no permitir concentraciones de miles de personas en plena pandemia, han apostado por mantener la convocatoria y unos 50.000 independentistas saldrán este viernes a la calle en un centenar de puntos de protesta en unas ochenta localidades para reclamar la secesión y presionar a los partidos soberanistas para que dejen sus guerras y retomen la vía rupturista.

Las protestas de la ANC recibieron este miércoles el aval de Quim Torra, quien a la vista de los hechos considera que en estos momentos es más urgente preservar el derecho a la manifestación que evitar riesgos innecesarios. El president evitó desaconsejar a la ciudadanía acudir a las concentraciones de la ANC, que serán estáticas, con distancia de dos metros entre personas y de formato de un máximo de 1.700 asistentes. La ANC_sostiene que habrá menos riesgo que ir en metro, a la playa o al supermercado.

Pero si ya hubo una enorme controversia tras la manifestación, en Madrid, por el 8-M, o el acto que convocó Puigdemont en Perpiñán, el 29 de febrero, el independentismo se la juega si el número de casos se dispara a partir de la Diada. «En este país se respeta el derecho a la manifestación, sea política, sindical o de otra índole», si se siguen las medidas de prevención dictadas por Salud, dijo Torra, que se negó a prohibir la convocatoria. «Yo no limitaré ningún derecho fundamental», insistió en sede parlamentaria. El presidente de la Generalitat cree que la jornada de protestas de mañana será «tranquila y serena», toda una llamada a la movilización, que contrasta con las recomendaciones de médicos y expertos en salud que abogan por que la gente se quede en casa. Los miembros del Govern catalán no asistirán, en cualquier caso, a las protestas, y la Generalitat ha cancelado casi todos los actos oficiales.

La situación de la pandemia es muy grave en Cataluña, con cerca de mil nuevos casos diarios desde hace semanas. No obstante, Torra sacó pecho en la primera sesión de control en el Parlament al Govern tras la reanudación del curso político. «Estamos tres veces mejor que la Comunidad de Madrid», presumió. El portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, acusó al dirigente nacionalista de jalear la manifestación del 11-S para preparar las protestas que podrían producirse en el otoño caliente catalán tras la más que probable inhabilitación del jefe del Ejecutivo autonómico. Los CDR, de hecho, han convocado una concentración en Urquinaona, donde se registraron los disturbios tras la sentencia contra los líderes del 'procés'. El propio Torra admitió ayer que desobedeció cuando se negó a retirar a tiempo la pancarta a favor de los presos del 'procés' del balcón del Palau de la Generalitat. Pero que si lo hizo fue para defender la libertad de expresión.

Qué hará Torra cuando sea condenado sigue siendo una incógnita. Tanto el PSC como los comunes le reclamaron que convoque elecciones para evitar un nuevo bloqueo político. El líder de JxCat se negó. «No me hablen de elecciones», espetó. El presidente de la Generalitat mantiene todas las puertas abiertas a solo una semana de la vista en el Supremo. Lo que sí temen sus socios es que opte por la opción que busque el máximo desgaste de ERC. La pugna entre los independentistas marca el día a día y la división es constante, salvo excepciones, como la que se produjo el miércoles en el Parlament, en que las tres fuerzas secesionistas, junto a los comunes, aprobaron una ley que regula los alquileres.