Testigos en el juicio acreditan los presupuestos «comparsa» que incriminan a Borràs

Borràs y Herrero están acusados de prevaricación y falsedad en documento público y se enfrentan a seis años de prisión. Hay un tercer acusado, Andreu Pujol, para quien la Fiscalía reclama tres años de cárcel. Pujol también admitió la existencia de estos presupuestos ficticios para dar apariencia de que la adjudicación se hacía cumpliendo todos los requisitos y no a dedo como sostiene la acusación. Se sospecha que fraccionaron además contratos para evitar el concurso público. El juicio tiene que aclarar si Borràs fraccionó 18 contratos de trabajos relacionados con la web de la ILC para evitar licitarlos y adjudicarlos a dedo a su amigo Isaías Herrero. Tanto Herrero como Pujol han suscrito un pacto con la Fiscalía para incriminar a Borràs a cambio de rebajar las penas. Ese acuerdo no es público, pero la defensa de la expresidenta del Parlament lo da por hecho. Dos de los testigos han declarado en el juicio que el organismo que dirigía Borràs recibió estos presupuestos «comparsa» a su nombre sin que ellos lo supieran. «La verdad es que estoy alucinado», ha afirmado uno de ellos, al ver su nombre, DNI, dirección y teléfono en el contrato.

Para ganar la adjudicación, Herrero reconoció que él mismo presentaba tres presupuestos, con conocimiento de Borràs, uno era el real y los otros dos eran «comparsas». Amañaban el proceso. «¿Y cómo sabía que tenía que presentar tres presupuestos?, ¿quién le dio esas instrucciones?», le apretó la fiscal. «Me lo dijo la señora Borràs», dijo.

La cuarta jornada del juicio contra Laura Borràs ha estado marcada además por el toma y daca protagonizado por la defensa de la líder de Junts y el presidente del tribunal, José María Barrientos. La abogada Isabel Elbal ha acusado a Barrientos de «cercenar su derecho de defensa», cuando le ha interrumpido por el interrogatorio que le estaba haciendo a un testigo. Gonzalo Boye ha insistido en acusar al presidente del tribunal de falta de imparcialidad. Por esta razón, Boye intentó suspender el juicio, pero Barrientos desestimó su petición.