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Pedro Sánchez está dispuesto a asumir las represalias de Rusia en caso de que suceda «lo que nadie quiere», es decir, en caso de que Vladímir Putin ordene la intervención militar en Ucrania que fuerce a los aliados de la OTAN a responder. El presidente ... del Gobierno insistió este miércoles en que España es un «socio fiable» y, pese a los recelos de sus socios de coalición, avisó de que, independendientemente de cuál sea la respuesta específica de Rusia contra nuestro país, no se mantendrá neutral. «Junto al resto de estados miembros de la UE y la OTAN seguiremos siendo solidarios con los países que están sufiendo esta amenaza en primera persona», dijo.
El jefe del Ejecutivo -que como en la víspera el Alto Representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, no dudó en calificar el momento de «muy difícil» y «crítico»-, defendió que no hay discrepancias entre la UE y Estados Unidos respecto a cómo hacer frente a la situación y alegó que tanto unos como otros están por la solución dialogada al conflicto. Pero del mismo modo subrayó que Rusia ha de ser consciente de que será objeto de sanciones «masivas» con consecuencias económicas «gravísimas» si ataca a Ucrania.
En una comparecencia en la Moncloa con la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, Sánchez defendió así también la decisión de enviar cazas en Bulgaria y adelantar la salida del buque de acción marítima Meteoro, del cazaminas Sella, que partió de Cartagena con rumbo al mar Negro el pasado lunes, y de la fragata Blas de Lezo, que ya emprendió su viaje desde Ferrol el domingo. Aunque el despliegue se aprobó en un Consejo de Ministros del pasado 21 de diciembre, los tiempos se han acelerado a petición de la OTAN ante las tensiones crecientes con Rusia.
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María Eugenia Alonso Paula De las Heras
Los buques españoles tienen previsto participar en un ejercicio liderado por el grupo de ataque del portaaviones norteamericano USS Harry S. Truman en el Mediterráneo que, de acuerdo con el Pentágono, ha sido diseñado «para demostrar la capacidad de la OTAN para integrar las capacidades de ataque marítimo de alto nivel» . Estas maniobras llevaban planeándose desde 2020, mucho antes de que la situación en la frontera con Ucrania fuera tan extrema, pero se ha considerado oportuno seguir adelante con ellas. «Lo hacemos -repitió Sánchez- porque somos aliados fiables».
A su lado, Marin -a la que, pese a compartir familia política, separan del presidente español su oposición a que la UE siga relajando las reglas fiscales o el control de precios de la energía- asentía con la cabeza. «Es imporante que mostremos solidaridad con Ucrania y mandemos un mensaje claro e inequívoco a Rusia», defendió. Finlandia se siente especialmente afectada por esta crisis porque comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia.
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