Sánchez presenta a Gabilondo como un candidato «soso, serio y formal»

El líder del PSOE se recreó en alabar la seriedad de su candidato, y lo hizo con machaconería, hasta 14 veces la mencionó, según las cuentas del propio Gabilondo. El cabeza de cartel de los socialistas no tiene nada que hacer en la campaña si entra en el juego de la hipérbole y el discurso extremo que plantean los candidatos del PP y Podemos. El PSOE, además, aspira a recogerlos votos del centro que quedan huérfanos ante el desplome de Ciudadanos.

«La bronca, los fuegos artificiales y los aspavientos –afirmó ayer Sánchez– se los dejamos a otros». Gabilondo, prosiguió, es lo opuesto «al narcisismo» del que hacen gala sus adversarios de ambos extremos del espectro ideológico. A la política, resumió, «le sobran gritos y le faltan razones».

El candidato aceptó de buen grado el retrato de su personalidad plasmado en el vídeo y en la intervención de Sánchez, aunque matizó que asume lo de soso si se refiere a «sosegado» ante el «histrionismo» de sus adversarios. No se consideró «un político de marketing» ni de los que resume su programa «en un tuit». Su perfil, dijo, es el de un dirigente «serio, que se toma las cosas serias en serio» y que se abochorna ante los mensajes «absurdos» que aluden «al comunismo, al fascismo y la libertad», conceptos que manejan con profusión Ayuso e Iglesias. Ante semejantes eslóganes, pidió «respeto a la inteligencia de la ciudadanía».

Gabilondo, que no se resistió a citar no sin ironía a Marco Aurelio o a Hegel, señaló que no iba a entrar en ese juego. Y remató con una frase no por ello menos efectista: «Aquí estoy, como soy y quien soy. Soy un profesor».