Sánchez destituye a la directora del CNI por la crisis del espionaje

El presidente entrega la cabeza de Esteban para intentar aplacar a ERC tras hacer público el examen de todos los teléfonos móviles del Consejo de Ministros que acredita un fallo de ciberseguridad para contener el ataque de un «agente externo»

Martes, 10 de mayo 2022, 12:04

Los acontecimientos se precipitan. Pedro Sánchez ha decidido cesar hoy mismo, según fuentes gubernamentales, a la directora del CNI, Paz Esteban, para intentar reconducir la crisis desatada con sus socios a raíz de la publicación en 'The New Yorker' de un informe del grupo de ... expertos de la Universidad de Toronto Citizen Lab que acreditaba la infección con el 'malware' Pegasus, utilizado por los servicios secretos de medio mundo, de más de sesenta teléfonos de políticos, activistas, abogados y periodistas independentistas.

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A pesar de que ayer mismo el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, afirmó que no existía «ni una sola razón para que la directora del CNI no esté en su puesto», el Gobierno llevaba días alentando la idea de que estaba dispuesto a utilizar a la jefa de los espías como cabeza de turco, una vez se concluyeran e hicieran públicos los trabajos de investigación interna puestos en marcha. Su intención siempre ha sido, de hecho, tratar de encapsular en el ámbito de los servicios de inteligencia españoles la asunción de responsabilidades.

Destitución de la Directora del CNI

Este martes, el Ejecutivo ya puso encima de la mesa el examen de los dispositivos de todos los miembros del Consejo de Ministros ordenado al Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI, poco después de que estallara la polémica; el mismo que permitió detectar la contaminación, en mayo y junio de 2021, de los teléfonos del propio presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, puesta ya en conocimiento de la Justicia, según anunció el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, hace dos semanas. Ese análisis concluyó que la brecha también permitió que un «agente externo» no identificado accediera, entre otros, al teléfono del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Sánchez transmitió este lunes a la ejecutiva de su partido que, con todos los datos encima de la mesa, se tomarían «decisiones justificadas», pero no aclaro cuáles. El portavoz socialista incidió después en público en la idea. «El CNI tiene que seguir investigando qué ha podido acontecer y tendremos que ver qué conclusiones se sacan de ese control interno que está efectuando y de los trabajos para mejorar la ciberseguridad en nuestro país», dijo.

Autorización judicial

Está aún por ver que la cabeza de Esteban -que el pasado jueves acreditó ante la comisión de secretos oficiales del Congreso el espionaje a 18 independentistas, entre ellos el del hoy presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con autorización judicial- sea suficiente para contentar a ERC. Ayer mismo, tras su ejecutiva, los republicanos exigieron «como mínimo» el cese de Robles tanto por haber permitido el espionaje, alegaron, como por la respuesta que ofreció en la sesión de control en el parlamento en la que, a su juicio, «justificó» que se espíe al secesionismo. El líder de la formación, Oriol Junqueras, rebajó mucho hoy el tono en una entrevista en 'El País', en la que afirma que no es su voluntad «establecer un responsable concreto».

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La intención de Sánchez, según fuentes gubernamentales, es ponerse en contacto con Aragonès para trasladarle su decisión. Está pendiente que ambos fijen la fecha de la reunión que el jefe del gobierno catalán lleva demandando desde que comenzó la crisis y que el presidente se comprometió a celebrar la semana pasada, cuando se encontraron en el último encuentro del Cercle d'Economía. Además, el Ejecutivo sopesa desclasificar las autorizaciones judiciales que Esteban presentó en el Congreso, como también reclamó el dirigente republicano.

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