Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', y HenrI Parot. r. c./Vídeo: Atlas

Sánchez defiende los acercamientos y recuerda que Aznar los hacía cuando ETA mataba

Feijóo acusa al presidente de ceder al «chantaje» de Bildu y trasladar a 'Txapote' y Parot a cambio de su respaldo al decreto de ahorro energético

Ander Azpiroz y María Eugenia Alonso

Madrid

Jueves, 1 de septiembre 2022, 11:10

El presidente del Gobierno defendió este jueves la legalidad del acercamiento inminente de trece presos de ETA a cárceles del País Vasco. Entre los etarras que van a ser trasladados por Interior figuran dos de los exjefes de la banda y dos de sus miembros ... más sanguinarios, Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', y Henri Parot. Una decisión que ha levantado ampollas entre las asociaciones de víctimas y el PP, que ve en el gesto una cesión a EH Bildu por su apoyo en el Congreso. «No está habiendo acercamientos colectivos, son individuales, cumplen con legislación penitenciaria, con el control judicial, con la información a las asociaciones de víctimas y a los grupos parlamentarios», justificó Pedro Sánchez en una entrevista en la Ser.

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El jefe del Ejecutivo trató de deshacerse de las críticas echando la vista atrás y recordando que el Gobierno de José María Aznar acercaba presos de ETA a Euskadi mientras la organización «mataba y tenía personas secuestradas». Reprochó, además, a los populares «la utilización espuria y sin ningún tipo de vergüenza» de la política antiterrorista, a pesar de que ya han pasado once años desde la desaparición de la organización armada. Algo, recalcó, que no ha hecho nunca el PSOE estando en la oposición porque ha preferido tender la mano y forjar «grandes acuerdos en torno a la lucha antiterrorista».

Fuentes de la Moncloa desgranaron que entre 1996 y 2004, en plena actividad de la banda, los gobiernos de Aznar ordenaron 574 traslados de presos de la banda terrorista a prisiones próximas al País Vasco. El contexto de los acercamientos de hoy, sin embargo, es muy diferente al de aquellos años. Una parte sustancial de los traslados (135) se llevaron a cabo en el marco de la tregua de ETAque decretó en septiembre de 1998 y rompió en enero de 2000 y en las conversaciones que mediaron entre el Ejecutivo y la organización etarra para poner fin a la violencia. El Ejecutivo de Aznar 'invitó' a 304 etarras huidos de la justicia a volver a España y excarceló a 180.

Sánchez hizo hincapié en que con el traslado de los últimos trece etarras «no se está cambiando nada» y aseguró que «van a cumplir íntegramente las condenas» en las cárceles vascas. El Gobierno subraya que el cumplimiento de la pena cerca del entorno social y familiar no es un beneficio penitenciario, sino «un derecho de todos los internos».

Una medida que, por el contrario, el principal partido de la oposición atribuye a una «cesión» a la izquierda abertzale por su respaldo la semana pasada en el Congreso al decreto de ahorro energético. «Sabíamos que EHBildu estaba muy cómodo con el Gobierno, pero no sabíamos el último precio del Ejecutivo por apoyar el último decreto ley», criticó ayer el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un acto en Zaragoza.

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«No vale todo»

El jefe de la oposición rememoró el asesinato Miguel Ángel Blanco –entre los catorce delitos de sangre que Txapote' tiene a sus espaldas– y recordó al jefe del Ejecutivo que el concejal popular murió porque el Gobierno de Aznar no aceptó entonces el chantaje del acercamiento de los presos de ETA sin que previamente se hubiesen arrepentido o colaborado con la justicia. «Ha muerto por eso, y ahora su asesino –censuró– está el País Vasco».

Los conservadores lamentan que «a cada apoyo de Bildu a Sánchez, un traslado de etarras con delitos de sangre» a Euskadi y critican que con el líder socialista al timón del Gobierno, la formación de Arnaldo Otegi «vive mejor que nunca». En Génova rechazan que se siga producendo el movimiento de presos de la banda ya que, once años después de haber anunciado su disolución continúan «sin pedir perdón y sin colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los asesinatos pendientes».

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Feijóo avisó a Sánchez, con quién se verá cara a cara el martes en el Senado, que «no todo vale» para atornillarse al sillón presidencial y que los políticos «no podemos hacer cualquier cosa con tal de mantenernos en el poder». Por todo ello, el gallego pidió disculpas a todas las víctimas del terrorismo y dijo estar convencido de que muchísimos votantes socialistas «esto no lo van a aceptar». «Lamento que mi Gobierno esté aceptando el chantaje permanente durante los últimos cuatro años de Bildu», aseguró.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue un paso más allá, y se aventuró a vaticinar la liberación de los dos exjefes de ETA. «Lo que ha pasado con 'Txapote' y con Parot es la antesala de verles en muy poco tiempo fuera y de ver al señor Otegi en muy pocos años –remarcó– negociando otra vez no sé qué factura por salir y ponerse al frente del País Vasco».

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