El Rey, a las tropas en Irak: «Con vuestro trabajo contribuís a la seguridad de todos»

El Monarca aterrizó pasadas las seis de la mañana en Bagdad acompañado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y algunos mandos militares. «Siento orgullo como español y como Rey por el trabajo que estáis haciendo. Gracias por llevar nuestra bandera siempre en el brazo y en el corazón», subrayó don Felipe durante un encuentro con parte de los efectivos en la capital iraquí.

Antes, el Monarca se entrevistó con el comandante de la fuerza multinacional conjunta, el teniente general estadounidense Paul J. Lacamera, y con el jefe de la misión de entrenamiento y capacitación de la OTAN, el británico David Fortin. Después se encontró con miembros de operaciones especiales que realizan tareas de formación del Ejército iraquí. «Sé que estar fuera de casa no es fácil, pero con vuestro trabajo contribuís a la seguridad de todos y a la paz en el mundo», reconoció ante ellos.

El contingente español, desplegado en el país asiático desde 2015 y conformado por 551 militares y guardias civiles, forma parte de la coalición internacional contra el Daesh en el que participan 60 países y donde adiestra a las unidades del servicio de contraterrorismo además de proporcionar transporte aéreo a las tropas de la misión.

El Rey aprovechó su breve estancia en el país asiático –de apenas diez horas- para reunirse con el presidente de la República, Barham Salih, al que felicitó por su reciente elección y con el que abordó la situación geopolítica de la zona. Un encuentro «cordial» y «positivo» que, según fuentes diplomáticas, llega «en el mejor momento de seguridad». El mandatario iraquí agradeció, por su parte, al Monarca la presencia y el trabajo que desempeña la misión en su lucha contra el yihadismo y le trasladó su preocupación por la tensión que genera en el país el enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán.

Vestido con el uniforme de campaña, don Felipe partió hacia la base 'Gran Capitán' en Besmayah, a 45 kilómetros de la capital, donde se encuentra el grueso de las tropas. Allí, el Rey fue recibido con honores y recorrió el campamento militar para conocer el trabajo diario del contingente y las actividades que se realizan, incluido el funcionamiento del hospital médico.

Tras firmar en el libro de honor, el Rey ensalzó nuevamente la labor de las tropas presentes. «Los iraquíes –remarcó- agradecen vuestra labor aquí. Que esa relación perdure. La herencia que dejáis para aquí sea para siempre». Como colofón, una paella y un café con los los 326 militares y guardias civiles en su comedor antes de viajar de vuelta a Madrid.

Se trata del primer viaje de Felipe VI a Irak y del segundo realizado para visitar a las misiones en el extranjero desde su proclamación en 2014. En abril del año siguiente, se desplazó a Líbano para homenajear al soldado español fallecido por un obús israelí. Su padre, el Rey Juan Carlos viajó hasta en tres ocasiones al extranjero para visitar a los militares españoles: en 1998 a Kosovo, en 2002 a Bosnia y en 2007 a Afganistán.

El viaje a Irak se gestionó en máximo secreto, hasta el punto de que los periodistas que le acompañaron en el Airbus 310 desconocían el destino hasta que se encontraban en pleno vuelo. Solo conocían los planes del jefe del Estado su equipo más cercano, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la propia Robles.