El PSC aprueba que se reconozca a Cataluña como una «nación»

El líder socialista catalán, siempre fiel a Pedro Sánchez, asumió el mando del partido hace cinco años, tras un periodo convulso y de división en el socialismo catalán, y después de una travesía del desierto de un lustro. Superada esa etapa, la formación socialista se prepara, según se conjuró Iceta antes los más de mil delegados del XIV Congreso del PSC, para «cuando se celebren las elecciones en el Parlamento de Cataluña», tener la oportunidad de «formar gobierno en la Generalitat». «Sé que la tendremos, y os quiero pedir que nos preparemos para competir, para ganar y para gobernar con acuerdos al servicio de los catalanes y las catalanas», señaló.

El PSC piensa en dos escenarios. El más optimista para sus intereses sería ganar las elecciones, aunque a día de hoy no se ha publicado ninguna encuesta en este sentido. El PSC es a día de hoy la cuarta fuerza del Parlament, y para ganar, entre otros elementos, tendría que producirse un gran trasvase de votos de Ciudadanos hacia el PSC. Ahí pondrá el foco Iceta.

El otro escenario es más realista. Los socialistas catalanes podrían entrar en un gobierno tripartito junto a Esquerra y los comunes. Hace tiempo que se especula con esa operación, pero para que fuera posible tendrían que darse algunos supuestos: que JxCat y ERC rompan su alianza y que Esquerra facilite la investidura de Sánchez.

Iceta cuenta con el control absoluto del partido y deja atrás periodos que estuvieron marcados por una profunda división en el partido. «Haré honor a dos compromisos fundamentales: no engañar y no dividir. Que las banderas ondeando no tapen la realidad ni nos hagan confundir las prioridades», dijo durante su intervención.

Considera que es urgente un cambio de gobierno en Cataluña que apueste por el reencuentro entre catalanes. «Rehaciendo consensos rotos. Recosiendo el país. Asegurando la reconciliación», dijo.

Los socialistas aspiran a crecer a costa de los comunes y de Ciudadanos. Para ello, tienen que ensanchar sus límites catalanistas y al mismo tiempo volver a ser la fuerza de referencia en el área metropolitana de Barcelona. Que el cinturón de Barcelona sea rojo y no naranja o amarillo. De ahí su propuesta de «flexibilizar» la inmersión lingüística. El PSC, según la ponencia aprobada en el congreso, apuesta por que el catalán siga como lengua vehicular en la enseñanza, aunque se pueda reforzar el castellano cuando los profesores lo decidan en función de las necesidades de los alumnos.

El PSC hace guiños a los votantes de Ciudadanos, pero mantiene su ideario clásico que considera a Cataluña como una nación, así quiso que lo reflejara el Estatuto de 2006 aunque al final se introdujo en el preámbulo y ahora querría incorporar en un Estatuto actualizado. Considera asimismo a España una «nación de naciones», un concepto que ya empleó Pedro Sánchez cuando fue elegido secretario general del PSOE, con el apoyo desde el primer día de Iceta. Dos conceptos, el de la nación catalana y el de la plurinacionalidad del Estado (Iceta cree que en España hay ocho naciones porque así lo dicen sus estatutos) que levantan ampollas entre algunos socialistas del resto de España.

Iceta en cualquier caso ha explicado en numerosas ocasiones que defender la nación catalana no implica tener que asumir que esa nación tiene derecho a la autodeterminación. El PSC borró de su programa el derecho a decidir en el año 2013 y ya no tiene ninguna intención de recuperar ese planteamiento.