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Se avecina una nueva semana a cara de perro entre los socios del Gobierno por la reforma de la ley del 'solo sí es sí' y este domingo sirvió ya de aperitivo. Después de que el PSOE hiciera saber que está dispuesto a asumir algunas ... de las enmiendas «técnicas» que ha puesto sobre la mesa el PP, los dirigentes de Podemos salieron en tromba a censurar la decisión. Hoy se reúne en el Congreso la ponencia encargada de evaluar las correcciones sugeridas por todos los grupos, el martes se producirá el debate en comisión y, si nada se rompe, el dictamen definitivos se votará ya en el pleno el jueves.
En una operación concertada, el socio minoritario del Ejecutivo, por un lado, y ERC y Bildu, por otro, registraron hace unos días una serie de propuestas alternativas que fueron rechazadas por la dirección del PSOE sin miramientos. Los socialistas no habían dicho nada hasta ahora, sin embargo, de las del primer partido de la oposición, cuyo apoyo fue determinante para la toma en consideración de la iniciativa en un bronco debate con Podemos el pasado 7 de marzo, víspera del día de la mujer.
Tras un primer análisis técnico realizado por el Ministerio de Justicia, la conclusión de la dirección del partido es que algunas de las enmiendas populares «están bien planteadas» y son «asumibles». No todos en la cúpula del partido estaban por la labor de la negociación con el PP. Voces cercanas al presidente del Gobierno defendían quedarse sentados a esperar su apoyo para no enconar la relación con Podemos y bajo la premisa de que el coste de votar en contra de una norma que pretende aplacar la «alarma social» generada por la rebaja de un millar de condenas por agresión sexual recaería, en todo caso, sobre quien impida su aprobación. Pero la batalla la han ganado los partidarios de transaccionar.
El propio Pedro Sánchez defendió este domingo en una entrevista a este periódico, en la que pidió por primera vez perdón a las víctimas de esos agresores que se han visto beneficiados, que hay que dar la bienvenida al apoyo de los populares «si es para el bien de una causa feminista, como es corregir esos efectos indeseados». En la dirección socialista apuntan que no aceptarán las enmiendas que busquen aumentar las penas más de lo que ya fija su iniciativa, con la que 'grosso modo' se vuelve a la horquilla anterior del Código Penal, pero sí otras que «están bien vistas».
Entre otras cosas, el primer partido de la oposición propone reforzar la «indemnidad sexual de los menores«, lo que implicaría que el consentimiento de niños y a adolescentes a mantener relaciones sexuales no puede considerarse válido. Plantea en ese sentido reintroducir la agresión sexual por engaño o abuso de confianza o autoridad para menores de 18 años y mayores de 16. También volver a tipificar la «distribución o difusión pública a través de Internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología» de contenidos específicamente destinados a promover, fomentar o incitar la comisión de los delitos de agresiones sexuales cuando se trate de menores de 16 años. E incorporar la responsabilidad de la persona jurídica en los casos de trato degradante.
Está por ver cuánto asumen los socialistas y si los populares, que ya advirtieron la semana pasada de que no participarían en «parches que dejen lagunas», lo consideran suficiente. Por lo pronto, Alberto Núñez Feijóo cuestionó ayer la sinceridad de la petición de perdón de Sánchez a las víctimas, siete meses después de que comenzara el goteo de rebajas y a las puertas elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo.
«Si realmente se ha equivocado y pide perdón, mañana ha de cesar al Gobierno y a los ministros y ministras que han hecho esta chapuza legal que es indignante para las mujeres y los menores de España», advirtió. El líder del PP adujo además que para acabar con «esta chapuza legal» y sus «efectos indeseados» los socialistas deberían copiar la propuesta de reforma que registró su partido hace cinco meses. En todo caso, las enmiendas populares respetan el núcleo central de la proposición de ley del PSOE que, en cambio, rechazan sus principales socios de coalición e investidura.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, su secretaria de Estado, Ángela Rodríguez 'Pam' y el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, se apresuraron ayer a descalificar cualquier entendimiento con la oposición. Ya en el primer debate parlamentario de la norma, los morados acusaron al PSOE de «traicionar» a las mujeres y plegarse a «los fascistas». «Es imposible explicar –escribió en las redes sociales Montero– que las alianzas para la ley vivienda no valgan para los derechos de las mujeres. Las leyes feministas no se negocian con el PP».
En el PSOE aseguran no tener ningún miedo a que su electorado no comprenda su decisión. Defienden que lo que resultaba insostenible era no hacer nada y que el coste de apoyarse en el PP está «más que amortizado».
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