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La bipolaridad que ha proyectado el Gobierno respecto a la salida de España del rey emérito y sobre la monarquía como modelo de estado ha sido recibida por la oposición como un argumento más para tratar de quebrar, o al menos debilitar, a la coalición ... PSOE-Unidas Podemos. Este miércoles, los populares acusaron al Ejecutivo de Pedro Sánchez de lanzar «mensajes contradictorios» sobre la corona. «Por un lado sostienen que apoyan al Rey, mientras que por el otro lado atacan a la institución», afirmó el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos.
En Génova intentan estos días hacer valer su liderazgo de la oposición después de que Vox anunciase la semana pasada que presentaría una moción de censura contra Sánchez a la vuelta de las vacaciones. El partido ha iniciado una escalada verbal (y en mensajes en redes sociales) encabezada por su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que llegó a pedir a los socialistas «la ruptura inmediata con Podemos y el inicio de conversaciones para formar un Gobierno de Concentración Constitucionalista». A su juicio, ese cambio de socios del PSOE es «lo que España necesita» y «lo que Europa aplaudiría».
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Pero Vox tampoco ha querido quedarse atrás. Un día después de presentar su propio sindicado, Santiago Abascal calificó de «cuadrilla sin escrúpulos» a socialistas y morados. El partido de ultraderecha pretende sumar las divergencias del Gobierno en torno a la monarquía –a las que ayer calificó de «traición»– como una nueva razón para atraer al PP y a Ciudadanos, todo pese a que ambas formaciones continúan desconcertados por la estrategia y están en las antípodas de apoyarla.
Lo cierto es que hasta ahora los únicos partidos que formalmente han pedido explicaciones al Gobierno han sido EH Bildu y ERC, que el martes pasado presentaron un escrito a la Mesa del Congreso para solicitar la comparecencia de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, para explicar –en palabras del documento–«el papel del Ejecutivo en la huida del rey emérito».
En el escrito, ambas formaciones señalan que también quieren conocer «las negociaciones mantenidas con la Casa Real» en relación con este hecho, «teniendo en cuenta las acusaciones de delitos de corrupción, evasión fiscal y blanqueo de capitales que pesan sobre Juan Carlos de Borbón».
Paradójicamente, Unidas Podemos también ha acabado pidiendo explicaciones al Gobierno (en el que cuentan con cuatro ministros y un vicepresidente). Aunque fuentes de la formación reconocen a este periódico que aún no han tomado una decisión respecto si sumarse o no a la petición formal de Bildu y ERC, el presidente del grupo parlamentario en el Congreso, Jaume Asens, admitió este miércoles que «hacen falta explicaciones. Y quien las debería dar es la vicepresidenta, que ha pilotado la negociación».
Incluso las Juventudes Socialistas se han desmarcado de la defensa de la monarquía de la que Sánchez lleva haciendo gala en los últimos días. «Somos una organización estatutariamente republicana que defiende el modelo de república desde hace décadas (...) y que aspira al establecimiento de este modelo de estado», precisó la organización liderada por Omar Anguita (que también es diputado del PSOE y miembro de su Ejecutiva) ayer en un comunicado.
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