La policía evita otro enfrentamiento entre Desokupa y grupos antisistema en Barcelona

Desokupa, polémica empresa parapolicial, había convocado para este jueves una protesta contra los okupas y la alcaldesa Ada Colau. Los favorables a la okupación y simpatizantes de los dos locales que controlan en la Bonanova llamaron a confrontarse contra quienes tachaban de fascistas al grito de «no pasarán». La convocatoria de los primeros había congregado a varios centenares de personas, la de los segundos en torno al medio centenar.

Antes de su marcha Desokupa ha regalado cientos de camisetas a los asistentes, de la misma manera que en la protesta de hace dos semanas frente a la Ruina y el Kubo, locales okupados en la zona alta de la ciudad condal, repartió pizzas. Durante la marcha entre la plaza Universidad y la plaza España, la manifestación ultra ha coreado gritos contra la alcaldesa, el diputado de ERC Gabriel Rufián y los propios okupas.

Desde los balcones les han arrojado huevos y algunos objetos. Incluso un manifestante ha denunciado que le han tirado una botella. Al final de la marcha, el líder de la citada empresa, Dani Esteve, megáfono en mano, ha pedido un aplauso para los asistentes. «Ha llovido, nos han cortado los autobuses y el metro, y esto lo veo lleno de nazis, es maravilloso», ha afirmado.. La manifestación, según él, ha congregado a «muchos colectivos de Barcelona que están hartos de Colau, de las okupaciones y de la violencia».

A la misma hora, los Mossos no han permitido que el centenar de antisistema que se habían concentrado frente al Macba accedieran a la plaza Universidad para evitar el choque entre los participantes de las dos manifestaciones. La Policía catalana ha advertido con cargar si se rompía el cordón policial. Algunos manifestantes han lanzado huevos.

Ha sido la segunda noche de tensión por la polémica de la okupación. Hace dos semanas, el día que empezaba la campaña electoral del 28-M, Desokupa amenazó con entrar a las bravas en la Ruina y el Kubo para desalojar por sus propios medios a los okupas, que residen en los inmuebles desde 2016 y 2019, respectivamente.

Ambas casas están en proceso judicial de lanzamiento. Una incluso tenía fecha para el pasado mes de marzo, pero la Policía catalana recomendó su aplazamiento. La otra está a la espera de sentencia judicial, tras la celebración de un juicio. La propietaria, la Sareb (el llamado 'banco malo'), ha reclamado el desalojo de los dos inmuebles.

Ante lo que Desokupa considera una inacción de las autoridades, el pasado 12 de mayo convocó a sus seguidores para entrar a las casas y echar a los okupas. Los Mossos evitaron que el medio centenar de personas que secundaron la llamada del líder de Desokupa, Dani Esteve, accedieran a las proximidades de las casas okupadas. Se quedaron a 200 metros. A la misma hora, movimientos antisistema se manifestaron en defensa de la okupación, frente a los dos locales, pero sin llegar a enfrentarse con los miembros de la extrema derecha.