Podemos desafía al PSOE a un nuevo recorte de beneficios de las energéticas

El socio minoritario del Gobierno lanzó su batería de propuestas en la reunión del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano interno entre congresos, que escenificó el fin del enfrentamiento por la entrega de material ofensivo a Ucrania. Los morados siguen reivindicando la vía diplomática y buscan impulsar un movimiento europeo por la paz de la mano de líderes de la izquierda como el francés Jean-Luc Melènchon y el británico Jeremy Corbyn. En cambio, evitan ya profundizar en el enfrentamiento que les llevó a denominar «partido de la guerra» al PSOE y a airear sus diferencias con Yolanda Díaz.

Ahora bien, Podemos tampoco renuncia a marcar perfil porque dice verse «en el camino correcto». Lo que ahora prioriza es la respuesta a los duros efectos económicos que ya está generando la invasión rusa de Ucrania en España, sobre todo en materia energética. «Las consecuencias de esta crisis se tienen que pagar con los beneficios de las empresas energéticas, que se han aprovechado más que nunca de los altísimos precios del gas», proclamó la secretaria general, Ione Belarra, en el discurso de apertura del encuentro.

El recorte a los beneficios de las compañías eléctricas que exigen los morados va mucho más allá del que el Gobierno ya aprobó el pasado octubre, cuando el precio de la luz alcanzaba cifras de récord que ahora han quedado de sobra pulverizadas por el estallido de la guerra. «Las empresas encontraron un agujero en la regulación para seguir ganando aún más. No puede volver a pasar», insistió la también ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Es por eso que añaden la petición de desconectar el precio del gas de la fijación en el mercado mayorista.

El hachazo a las energéticas se complementaría con un incremento del 10% en el Impuesto de Sociedades, una medida incluida en la reforma fiscal «de emergencia» que Belarra volvió a reclamar en su discurso. Podemos redobla así su presión sobre el sector socialista del Ejecutivo días después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aparcara cualquier subida impositiva en un escenario de profunda incertidumbre económica. Su socio, sin embargo, insiste en que los cambios son ahora más necesarios que nunca por el oscuro panorama que dibuja el conflicto y que amenaza ya con un horizonte de estanflación justo cuando la recuperación pospandemia ya estaba en marcha.

Antes de que estallara la guerra, en febrero, la formación morada ya presentó a bombo y platillo una propuesta fiscal que, según sus cálculos, supondría casi 30.000 millones extra en ingresos. Con esas nuevas entradas, propone, entre otras medidas, una renta crianza de 100 euros al mes y ampliar los permisos de paternidad y maternidad a seis meses. Ahora, un mes después, considera que el plan sigue vigente y contribuiría a «blindar la sanidad y la educación pública e impulsar un verdadero sistema estatal de cuidados».