La negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 ya han echado a rodar y el escenario es distinto al del año pasado, cuando el Gobierno los aprobó en tiempo y forma. Esta vez, las conversaciones están marcadas por la escalada de la ... inflación, el distanciamiento con los socios de investidura y el compromiso de Pedro Sánchez de elevar el gasto militar. Esta última cuestión ha provocado que Podemos empiece a marcar líneas rojas para tratar de «encerrar» a los socialistas en el marco social que buscan los morados. Si van a tener que tragar el sapo del aumento del PIB en Defensa, con las repercusiones que esta cuestión tiene en una formación abiertamente antimilitarista, esperan que a Ferraz no le salga gratis.
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Para empezar a marcar terreno, Podemos ha celebrado este lunes una reunión del Consejo de Coordinación Estatal de Podemos, en vez de la Ejecutiva que suele celebrar todos los lunes. La semana de la cumbre de la OTAN relegó a un segundo plano a los morados y este lunes, en vez de los portavoces de la formación, la encargada de transmitir este mensaje ha sido la secretaria general, Ione Belarra, que ha pedido medidas «contundentes» de aumento de gasto social. «Deben ser unas cuentas que devuelvan un horizonte político nítido al Gobierno, tienen que ser la prueba del algodón», zanjó.
La también ministra de Derechos Sociales fijó las prioridades de Podemos en estas negociaciones, como marcar un precio máximo para el combustible que complemente la ayuda de 20 céntimos por litro y también la puesta en marcha de un fondo extraordinario de 10.000 millones de euros para que las comunidades los dediquen a sanidad y educación.
También apuestan por ampliar los permisos de maternidad y paternidad a seis meses y extender la ayuda de 100 euros al mes por hijo menor de tres años también a las madres desempleadas. Y, por otra parte, Podemos insiste en implantar un impuesto estatal a grandes fortunas que no pueda ser bonificado por las comunidades, como sí ocurre con el de patrimonio.
En Podemos creen que estas medidas son las que deben marcar la hoja de ruta del Gobierno de coalición si este quiere revalidar su mandato tras las próximas generales. La forma de «caminar hacia una victoria electoral».
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Una posición que se produce tras la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid y el llamamiento del ala socialista a sus socios minoritarios para que reflexionen y apoyen elevar el presupuesto militar hasta un 2% del PIB del país. Por ello Belarra ha advertido de la «escalada belicista» que recorre Europa ante este conflicto y ha alertado del duro golpe para la mayoría social que supone la inflación, que «puede dar al traste» con la «senda» que el Gobierno progresista llevó en los dos últimos presupuestos, cuyo último hito son las medidas de mejora del decreto anticrisis.
Pero a su juicio, los últimos acontecimientos y declaraciones llevan a un momento de legislatura donde «no se perciben unos objetivos políticos claros» en la acción del Gobierno y que esa percepción es compartida por «muchísima gente progresista», que tiene la «sensación» de que Podemos «en solitario» es quien levanta las «banderas» que deben ser «seña de identidad» de un Ejecutivo de izquierdas.
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Por tanto, ha afirmado que los próximos presupuestos tienen que ser el «hito» que reoriente el «rumbo» del Gobierno para «recuperar el ritmo» y devolverle un «horizonte político nítido».
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