Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 3 de septiembre 2021, 13:17
Unidas Podemos no propondrá la celebración de un referéndum sobre la independencia de forma inmediata como solución para resolver la cuestión catalana, en la reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat. La formación morada, como parte del Gobierno central, ... estará presente en el foro, previsto para la tercera semana de este mes. Y, según confirmó ayer Jaume Asens, la propuesta de la formación de izquierdas apostará por una consulta a los catalanes que recoja el reconocimiento nacional de Cataluña, una reforma del sistema financiero, una agenda de desjudicialización y el blindaje del autogobierno. Una especie de tercera vía, ya que el referéndum no está en estos momentos en la carpeta de Podemos y los comunes, aunque no se descarta a largo plazo.
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Según Asens, la autodeterminación no se contempla ahora porque se han volado los puentes y el catalanismo los tiene que reconstruir. La posición de Podemos y los comunes en la mesa estará a medio camino entre los postulados de la parte del PSOE del Gobierno y la propuesta del Govern, que pasará por la autodeterminación y la amnistía. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fijó días atrás el objetivo de celebrar un referéndum para el año 2030. «No se está en el momento de negociar un referéndum», afirmó Asens, que dijo que mantener lo contrario sería «engañar» a la gente. Su apuesta en la mesa será dejar el referéndum para más adelante, eso sí, desde una posición favorable a que Cataluña pueda ejercer en algún momento la autodeterminación.
El dirigente de en Comú Podem, presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, instó al PSOE a que no aparque la reforma del delito de sedición, como apuntó días atrás el Gobierno. Asens insinuó que la mesa de diálogo podría ser un foro adecuado para retomar la cuestión. «La posición del PSOE no es la misma que la que tenemos nosotros a la hora de resolver el conflicto», admitió en TV3. A su juicio, el Gobierno debe afrontar ya la reforma del delito de sedición, la vía que podría propiciar el regreso de Puigdemont. Porque la desjudicialización, remató, no puede ser a la «carta», en función de si al Ejecutivo le cae mejor o peor Junqueras o Puigdemont.
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