El PP pide al Gobierno que aclare con quién negociará los Presupuestos

El PP decidió desde que se formó el Gobierno de coalición que iba a explotar las contradicciones y diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos para minar la alianza. Con los Presupuestos no iba a ser menos ante las evidentes discrepancias de socialistas y morados. «España no se puede permitir peleas en el Consejo de Ministros», afirmó hoy el secretario general de los populares al tiempo que dejaba abierta la posibilidad de dialogar sobre las cuentas del próximo año.

Teodoro García-Egea reclamó a Pedro Sánchez que «aclare» si quiere contar con su partido, como dijo la portavoz gubernamental, o si prefiere buscar el acuerdo con los nacionalistas, independentistas y fuerzas de izquierda que apoyaron su investidura. Para el PP, resolver esta disyuntiva es básico antes de dar ningún paso, aunque la predisposición existe, aseguró el número dos del partido opositor. «Pablo Casado -dijo- tiene la mano tendida», pero antes hay que conocer las cifras.

El Gobierno, que dice tener ya listo «el esqueleto» del proyecto, cree que estas palabras de García-Egea son «excusas de mal pagador» para preparar el terreno al portazo. Es cuestión de tiempo, creen los socialistas, que Casado anuncie su negativa a respaldar al Ejecutivo con los Presupuestos. Ya lo dijo Sánchez este miércoles el Congreso, el acuerdo con el PP es «imposible». La Moncloa, sin embargo, no va a dejar de solicitar a los populares que «arrimen el hombro» para que quede claro quién es el que no se quiere sentar a la mesa.

El Gobierno, de todas maneras, reconoce que tiene un problema con la dualidad de voces aunque resta valor a que el vicepresidente segunda defienda posiciones que poco tienen que ver con el pensamiento del presidente. Hasta que Casado no oficialice su negativa, el mensaje es que el PP debe «jugar un papel importante», como sostuvo María Jesús Montero hace tres días.

Lo que diga entre medias Pablo Iglesias, afirman en la Moncloa, no compromete al Gobierno. La portavoz gubernamental señaló ayer que es «normal» que haya puntos de vista distintos, sobre todo cuando las opiniones «particulares» se expresan en foros de partido. El vicepresidente expuso su negativa a pactar los Presupuestos con el PP y Ciudadanos en unos cursos de verano organizados por Unidas Podemos.

Montero explicó en una entrevista en RNE que España atraviesa «un momento singular, inédito» en el que es imperativo «aparcar los vetos cruzados y sentarnos en una mesa» a dialogar con todos. «No comparto que se puedan poner esas líneas (rojas)», advirtió la portavoz. Criterio que compartió la ministra de Defensa, siempre presta a corregir a Iglesias. Margarita Robles señaló que en estos momentos «no hay que descalificar a ninguna fuerza política ni hacer política de partido» con unos Presupuestos imprescindibles para la reconstrucción del país.

Ciudadanos, otro de los vetados por Iglesias, consideró que sus reflexiones no iban a ninguna parte. Su portavoz, Edmundo Bal, descartó en Antena 3 «la locura de Presupuestos» que se esbozaron en el pacto de investidura entre el PSOE y Unidas Podemos porque partían de la base de un gasto expansivo. El Gobierno, añadió, tiene que presentar un proyecto con «unas cuentas sensatas, razonables, moderadas y que aporten soluciones. Cada céntimo de euro debe dedicarse a sacar a España de la crisis», y no para alegrías de gasto.

Ese planteamiento es el fondo del debate. Los Presupuestos tendrán una indispensable inyección de gasto público pero sin quebrar los topes de déficit y de deuda establecidos por Bruselas. Ese es, en el terreno económico, el margen de discusión, otra cosa es el debate político, en el que entran variables que poco tienen que ver con las cifras.