El portavoz parlamentario del PDeCat, Ferrán Bel. EFE

El PDeCat y UPN apoyarán la reforma laboral

La coalición amarra 176 apoyos que le premitirán flanquear este jueves en el Congreso la suma de los 173 diputados que están en contra

Miércoles, 2 de febrero 2022, 19:20

El Gobierno ya tiene amarrada la convalidación de la reforma laboral después de que el portavoz parlamentario del PDeCat, Ferrán Bel, haya confirmado el apoyo de su formación a la norma y UPN haya hecho lo propio. Con esto, el Ejecutivo cuenta ya con ... 176 votos confirmados frente a los 173 en contra, por lo que la situación es favorable a pocas horas de que se vote este jeuves en el Congreso.

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Bel considera que el contenido del acuerdo «es positivo» y cree que «la no aprobación de este acuerdo entre sindicatos y patronal, supondría un golpe mortal al diáologo social sin precedentes en el Estado español y en el ámbito internacional».

Las dos almas del Gobierno aseguran que en las últimas semanas han trabajado de forma «perfectamente coordinada» para amarrar el mayor número de apoyos posibles al decreto de la reforma laboral que se debate este jueves, a partir de las 9:00 horas, en el Congreso de los Diputados. Pero la actitud de unos y otros este miércoles, a menos de 24 horas para decidir sobre la derogación o convalidación de la norma, era a todas luces diferente. Pedro Sánchez, de viaje en Emiratos Arabes, compareció ante la prensa relajado y sonriente horas antes de amarrar, anoche, la mayoría de la 'vía Ciudadanos' con la suma del PDeCAT y UPN. Yolanda Díaz se mostró en el Congreso inquieta y ajetreada.

Sobre el papel, nada estaba aún del todo atado cuando el jefe del Ejecutivo respondió con rotundidad a las preguntas sobre cómo afronta la legislatura después de una votación en la que podía frustrarse un proyecto clave para seguir recibiendo fondos europeos y en la que, en todo caso y salvo sorpresa de último minuto, se romperá el bloque de la investidura. «La estabilidad política -replicó- está garantizada». Sánchez incluso insistió en que mantiene vivo su objetivo de «culminar la legislatura una vez termine la presidencia de turno de la UE» que corresponde a España en el último semestre de 2023.

La mayoría no estaba cerrada a esa hora de la mañana, pero desde la semana pasada los socialistas confiaban en armar una mayoría alternativa a la de sus socios de investidura para salvar una reforma estelar en su programa legislativo: una convalidación por la mínima gracias a Ciudadanos y otros partidos de menor tamaño y dispares como Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias y Teruel Existe. El PDeCAT acabó anunciado su apoyo a la convalidación a última hora de la tarde, al igual que los foralistas navarros. Unos y otros ya habían emitido señales previas de que no harían descarrilar el decreto.

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El Gobierno llega así este jueves al Congreso con una mayoría de 176 síes frente a 173 noes, sin renunciar a ampliar su bolsa de apoyos. Las conversaciones proseguían anoche con un PNV que continúa reclamando una fórmula «con rango de ley» que responda a su exigencia de blindaje de los convenios autonómicos y que le permita marcar distancias con el bloque del rechazo en que está EH Bildu. Los contactos del Ejecutivo se extendían a Esquerra Republicana.

Desde Dubai, Sánchez tiró incluso de lo ocurrido el domingo en las elecciones de Portugal, en las que los conservadores se hundieron y el socialista António Costa se alzó con la mayoría absoluta después de gobernar desde 2015 apoyado en los partidos a su izquierda. «Compartiría una de las lecciones que nos dejan estos comicios -adujo con toda intención-: aquellos partidos que no han contribuido a la estabilidad y han bloqueado la aprobación de los Presupuestos han salido perjudicados». Pero lo que los socialistas ven como una oportunidad para la geometría variable, es para Unidas Podemos y Yolanda Díaz un fracaso sustancial en su estrategia de construir una «dirección de Estado» con las fuerzas independentistas.

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El martes EH-Bildu y este miércoles Esquerra rebatieron el argumento de los morados de que sacar la reforma con Ciudadanos como principal avalista cambiará de forma radical la dinámica parlamentaria. Ambos partidos admitieron que, pese a su malestar con el Ejecutivo, también les va mucho en que la legislatura pueda agotarse, dada la alternativa de derechas. Pero sin su voto, y con su radical oposición al proyecto sobre el que aspiraba a construir su plataforma electoral, la imagen de la vicepresidenta segunda quedará muy tocada.

Yolanda Díaz defiende a su vez que, según los datos del paro registrado, el decreto ya ha empezado a desplegar sus efectos y apela en vano a ERC

La también ministra de Trabajo aún se negaba este miércoles a dar nada por perdido. «Este Gobierno nunca se levanta de una mesa. Hemos planteado propuestas que no han sido respondidas. Hay tiempo. Estamos negociando pero quedan 24 horas», dijo, escueta, en los pasillos de la Cámara baja tras la sesión de control al Gobierno.

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Efectos ya visibles

Antes, desde la tribuna, había esgrimido otro argumento para mover a sus aliados habituales, fundamentalmente a ERC. Alegó que, según los datos del paro registrado de enero, la reforma ya está desplegando sus efectos y que, pese a que el decreto recogía una 'vacatio' de tres a seis meses para que las empresas se adapten a los cambios, la temporalidad ya se ha visto reducida. El 15% de los contratos firmados el mes pasado fueron, de acuerdo con las cifras oficiales, indefinidos frente al 9,1% de media de los diez años previos.

La información, sin embargo, no pareció inmutar ni a los republicanos ni a EH-Bildu, al que el Ejecutivo hace tiempo que daba por perdido. Sus socios reprochan al Gobierno que se haya negado a negociar y a tramitar como proyecto de ley su real decreto por temor a que los empresarios se descuelguen del acuerdo y ni siquiera la presión de los sindicatos han servido para que reconsideren su posición.

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