El Parlament convoca a la Mesa para abordar la suspensión de Borràs

ERC, a través de Vergés, que sustituye de manera provisional a Borràs en la dirección del hemiciclo, mueve ficha para presionar a Junts para que designe un relevo en la presidencia del Parlament y ponga fin a esta situación de interinidad. Junts ha pedido a la Mesa que reconsidera la suspensión, pero nada hacer pensar que los miembros de ERC, PSC y la CUP, que votaron a favor de apartar a Borràs, vayan a rectificar la decisión adoptada el pasado mes de julio. Con el rechazo por parte de la Mesa a la reconsideración, la suspensión de la presidenta de Junts ya será definitiva.

Será entonces cuando Junts tendrá que tomar una determinación: si seguir en esta situación, renunciando al cargo de la presidencia de la Cámara, que recae en ERC sin que Vergés sea formalmente presidenta, o si fuerza a Borràs a dimitir y se designa un sustituto. Tanto ERC como el PSC han presionado a Junts para que releve a la dirigente nacionalista. Pero se resiste, porque dimitir de la presidencia sería tanto como admitir los cargos que se le imputan de prevaricación y fraude por los que será juzgada. Borràs ya ha anunciado que recurrirá su suspensión al Tribunal Constitucional, pues cree que se está vulnerando su presunción de inocencia.

El PSC incluso propuso a ERC pactar un sustituto alternativo a Junts, pero los republicanos rechazaron la oferta, porque estarían dinamitando el acuerdo de legislatura suscrito con los postconvergentes y que permitió la investidura de Pere Aragonès.

La reanudación de la actividad parlamentaria en la Cámara catalana se presenta tensa, pues el otro asunto que abordará la Mesa es la delegación de voto del diputado de Junts y exconsejero, Lluís Puig, huido en Bruselas. Su voto delegado está anulado por el Tribunal Constitucional, pero Borràs, en una de sus últimas decisiones, le autorizó a votar. Las actas de las votaciones en las que intervino no están aún firmadas. Borràs contabilizó su voto de forma oral, pero no constan todavía por escrito. El secretario de la Mesa que lo haga corre el riesgo de desobedecer al Tribunal Constitucional. De nuevo, pugna entre ERC y Junts.