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El PSOE ha tenido que incorporar a su programa económico de Gobierno algunas exigencias de Unidas Podemos. El nuevo proyecto de Presupuestos llegará muy pronto, sobre el mes de marzo, y recogerá las cuestiones a las que el pacto hace referencia, pero también las peticiones ... que planteen los grupos que han facilitado la investidura. Eso sí, Pedro Sánchez ha querido calmar a Bruselas con la garantía de que el Ejecutivo «va a cumplir sus compromisos mediante la justicia fiscal y la sensatez en el gasto».
Uno de los puntos más urgentes del Gobierno es la revalorización de las pensiones, puesto que está pendiente la promesa de Sánchez de aprobar una subida para este año del 0,9% y queda la incógnita de si las prestaciones mínimas y contributivas aumentarán en mayor medida. PSOE y Podemos han acordado eliminar el factor de sostenibilidad (que ajusta la cuantía de la prestación a la esperanza de vida) y el índice de revalorización (un sistema aprobado por el Ejecutivo de Rajoy por el que solo suben un 0,25% en caso de déficit), así como aprobar una ley que obligue a actualizar las pensiones según el IPC.
También la subida del Salario Mínimo Interprofesional está en la agenda. La propuesta del Gobierno es que alcance progresivamente el 60% del salario medio en España. Así, el objetivo es que a final de legislatura se sitúe en torno a 1.200 euros al mes, y el deseo de Unidas Podemos es que este año se eleve hasta los 1.000 euros, una medida que los empresarios tildan de «barbaridad». Sánchez se ha comprometido a convocar a sindicatos y patronales.
Aunque el acuerdo entre PSOE y Podemos defiende la necesidad de «derogar la reforma laboral», se necesita «mayoría parlamentaria». Sánchez quiere aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, «simplificar y reordenar» las modalidades de contrato, reforzar la causalidad de los despidos y eliminar el despido por absentismo laboral justificado.
En materia fiscal, una de las líneas principales de estos nuevos Presupuestos será la «progresividad» del sistema. Así, se reformará el Impuesto de Sociedades para garantizar que las grandes empresas paguen como mínimo un tipo del 15%, que se eleva al 18% en el caso de los bancos y las petroleras. Sin embargo, para las pymes que facturen menos de un millón de euros al año, baja el impuesto. Pasarán a tributar a un tipo del 23%, dos puntos menos.
Sobre el bolsillo de los contribuyentes, el nuevo Gobierno pretende subir dos puntos la tarifa del IRPF para las rentas superiores a 130.000 euros y cuatro puntos a las de más de 300.000. Esta subida solo afectará a unos 121.000 contribuyentes, el 0,67% del total. Y se estima recaudar unos 328 millones de euros más.
A pesar de que Podemos abogó por intervenir en los precios, el acuerdo con el PSOE es más genérico. Se comprometen a frenar las «subidas abusivas del alquiler» a través de índices de referencia de precios que habilitará Fomento y a poner «techo» a los incrementos.
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