Dos agentes de los Mossos d'esquadra. Efe

Las agresiones racistas de seis mossos tensan las relaciones en el Govern

ERC exige cambios estructurales en la Consejería de Interior, en manos de JxCat

Cristian reino

Martes, 16 de junio 2020, 11:27

La guerra entre JxCat y ERC se recrudece y esta mañana ha abierto un nuevo frente. Esquerra ha cargado con dureza contra la Consejería de Interior, encabezada por el postconvergente Miquel Buch, al que ha exigido cambios estructurales en su departamento para evitar «agresiones racistas». « ... Demasiado a menudo, el comportamiento de algunos de sus agentes ha puesto el cuerpo de Mossos d'Esquadra en el centro de polémicas que la alejan de lo que la ciudadanía de Cataluña espera y merece de su policía. Por este motivo, exigimos al Departamento de Interior medidas estructurales necesarias para corregir esta situación», según un comunicado de la formación republicana, socia de JxCat en el Govern.

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Hace tiempo que ERC ha colocado a Buch en el centro de sus ataques contra sus socios y a la vez adversarios. En el pasado fue por cargas contundentes de los agentes contra CDR y ahora es por supuestos episodios de racismo. La publicación ayer de un audio en el que seis mossos profieren insultos racistas a un joven de color cuando intentaban detenerle («mono» y «negro de mierda») ha provocado una nueva tormenta política en Cataluña, en un contexto mundial de conmoción por los casos racistas tras la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneápolis, que ha provocado una oleada mundial de protestas. En el caso de Cataluña, el audio de los agentes autonómicos ha trascendido en plena polémica por los altercados racistas protagonizados por patrullas ciudadanas de unos 50 vecinos de Premià de Mar (Barcelona).

«Desgraciadamente, los hechos de los que se ha tenido conocimiento público hoy no son aislados», según Esquerra. «La gestión de los comportamientos racistas, xenófobos o violentos protagonizados por agentes del cuerpo nos exigen una reflexión que debe ir más allá de los episodios individuales. ERC ya mostró recientemente su preocupación por la gestión del departamento del caso del inspector Jordi Arasa, ascendido poco antes de haber sido condenado por lesiones», ha rematado la formación republicana. JxCat también hizo público un comunicado, pero en un tono menos contundente, en el que pedía «medidas proporcionales a la gravedad de los hechos y se depuren responsabilidades si corresponde».

El Govern ha evitado esta mañana en su consejo de gobierno abordar si Interior debe acometer cambios estructurales como ha exigido uno de los socios del gobierno de coalición. «Condenamos» la actuación de los agentes, según la consejera de Presidencia de Presidencia, Meritxell Budó. «Son hechos deplorables que afectan la imagen de la Policía», ha expresado. «Hay que depurar estas actuaciones», ha rematado. Pero se ha escudado en que Miquel Buch no ha asistido esta mañana a la reunión del Govern, porque estaba compareciendo en el TSJC, ya que está «investigado por prestar seguridad al president Puigdemont«, para justificar que el asunto no se haya tratado en profundidad, más allá de decir que son actitudes que hay que erradicar y que a su juicio son minoritarias. Ha apuntado que Interior trabaja en cambios, pero no ha dado detalles.

El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, ha enviado esta mañana una carta a los 17.000 agentes del cuerpo autonómico en la que admite que ha sentido «vergüenza» por la actuación racista de los seis policías en la detención de un joven en Sant Feliu Saserra, el año pasado. El caso fue denunciado por la víctima, que ayer difundió un vídeo, con un audio en el que se escuchaba a algunos de los agentes que le arrestaron cómo le llamaban «mono» y «negro de mierda» y reconocían ser racistas. Los seis agentes han sido apartados de su destino policial hasta que se resuelva el caso, que investiga un juzgado de Manresa (Barcelona) por los delitos de lesiones y contra la integridad moral.

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ERC ha cargado contra sus socios, en un nuevo capítulo de la guerra entre ambos, que días atrás ha tenido fuertes encontronazos. La semana pasada, chocaron por el contrato de Ferrovial en la Consejería de Salud, la condena de Jordi Arasa, inspector de los Mossos, la compensación de los sanitarios, la negativa de Quim Torra a pactar la fecha de las elecciones o el suplicatorio de Laura Borràs, que se presenta como el enfrentamiento fuerte para la semana que viene.

Los casos relacionados con el racismo se multiplican en Cataluña. Los Mossos han detenido ya a dos personas en Premià acusadas de participar en una patrulla ciudadana que el domingo por la noche apedreó un domicilio ocupado por ciudadanos extranjeros. El juzgado de instrucción 5 de Mataró, en funciones de guardia, ha recibido esta mañana a los dos detenidos. Han respondido a las preguntas de todas las partes, según fuentes del TSJC y han quedado en libertad provisional a disposición del juzgado siempre que sean requeridos. La causa está abierta por los delitos de desórdenes públicos y atentado y desobediencia a agentes de la autoridad. Según Budó es «inaceptable» que alguno pretenda actuar por su cuenta. «No aceptaremos este tipo de actuaciones, seremos implacables», ha asegurado la consejera de Presidencia, que ha admitido que en Cataluña hay racismo, «como en todos lados».

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