La posibilidad de un adelanto electoral en Andalucía antes del verano toma fuerza después de la advertencia que lanzó este miércoles el presidente Juanma Moreno, acotando incluso los tiempos. Si en febrero, cuando se retome la actividad parlamentaria, hay un «bloqueo sistemático» de PSOE y ... Vox que convierta la gestión en un calvario imposible de transitar, disolverá y convocará «automáticamente» las elecciones. Una decisión para la que cuenta con el aval de Génova, que nunca ha ocultado su deseo de que Moreno sacase las urnas cuanto antes para fomentar la sensación de un PP triunfal. «Entendemos las razones y las compartimos», aseguran en la dirección nacional.
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No es la primera vez que el dirigente andaluz lanza un órdago similar y vincula el bloqueo parlamentario a la convocatoria anticipada de los comicios, incluso había apuntado a junio u octubre como fechas. La diferencia radica en que, en esta ocasión, sí se ha marcado un plazo para tomar la decisión. Será el mes que viene cuando lo haga, lo que implicaría que las elecciones podrían celebrarse en abril o mayo. «Nos han declarado la guerra», señalan en el PP andaluz, en alusión a la «pinza» PSOE-Vox que vienen acuñando desde que el proyecto de Presupuestos naufragó en la Cámara autonómica.
El detonante ha sido un pleno monográfico sobre sanidad en el que el Ejecutivo de Moreno se iba a ver obligado a comparecer por petición de la izquierda y de la extrema derecha aunque la iniciativa no salió adelante porque los de Santiago Abascal dieron un giro en el último momento y decidieron abstenerse. «La legislatura se debería de acortar si PSOE y Vox hacen peligrar la estabilidad del Gobierno de Andalucía», avisó el secretario general de los populares Teodoro García Egea.
La magnitud de la victoria electoral en Castilla y León será también determinante a la hora de decidir apretar el botón. Un triunfo holgado o una mayoría absoluta de Alfonso Fernández Mañueco el próximo 13 de febrero, como vaticinan algunos sondeos, amortiguaría el efecto Vox en Andalucía. Así lo cree el propio Moreno, que este fin de semana durante el XIV congreso del PP en Castilla y León, reclamó a su compañero sacar «un buen resultado para llegar a las elecciones andaluzas «con una mayoría suficiente».
El presidente andaluz quiere por todos los medios alejar el fantasma de Vox. En el partido conservador reconocen que una potencial candidatura de Macarena Olona activaría un voto de la izquierda ahora mismo muy fragmentado, lo que podría restar votos a su candidato.
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Los populares aspiran a que los comicios de Castilla y León y los de Andalucía sean vitaminas para sus siglas y catapulten a Pablo Casado hasta la Moncloa. En Génova quieren instalar la percepción de que España se adentra en un «cambio de ciclo político» con sendas victorias que serían la antesala de lo que ocurrirá en las elecciones generales. «La clave es ganar todo los procesos electorales», insisten en la cúpula popular.
Dos éxitos autonómicos, que el PP pretende enlazar con el congreso nacional, previsto para julio, en el que el presidente del partido optará a su reelección. Si le salen bien las cuentas a Génova, el cónclave debería ser un paseíllo triunfal para Casado y la plataforma indiscutida de su candidatura a la Moncloa.
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