La Mesa del Congreso sepulta el último intento del PSOE de agilizar los Presupuestos

Se trata de un nuevo varapalo a los planes del Gobierno, que ahora deberá esperar un plazo de unos seis meses para que la reforma sea aprobada en el pleno del Congreso, y eso si PP y Ciudadanos no ponen trabas por el camino.

Cortada esta vía y la de la enmienda a la violencia de género que tenía también como objetivo saltarse al Senado, donde el PP goza de mayoría absoluta, al Ejecutivo ya solo le queda la posibilidad de aprobar las cuentas en el plazo previsto con los objetivos de déficit que heredó del anterior Gobierno.

De momento, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mantiene su compromiso de presentar los Presupuestos a finales de noviembre o primeros de diciembre. Después deberá negociar en un primer momento con Unidos Podemos. Pablo Iglesias ya ha avanzado que su partido no permitirá que populares y liberales bloqueen la legislatura, por lo que se prevé su apoyo a las cuentas. La idea de los morados es incrementar el gasto social a posteriori. Más complicado estará lograr el respaldo de las fuerzas independentistas catalanas, que exigen a cambio que Sánchez insté a la Fiscalía General del Estado a retirar los cargos de rebelión contra los dirigentes soberanistas presos y huidos. El Gobierno ya ha advertido que en ningún caso atenderá esta petición.