Marta Pascal renuncia a su escaño en el Senado

Pascal acaba de lanzar un libro en el que desvela que en el PDeCATy en JxCat hay «miedo» a discrepar con Puigdemont. A su juicio, el expresidente de la Generalitat rige la formación con mano de hierro sin apenas contestación interna. La líder nacionalista fue una de las promotoras de la moción de censura contra Mariano Rajoy, una operación con la que chocó con Puigdemont, que no era partidario. Pascal no tiene intención de abandonar de momento el PDeCAT, pero su renuncia al escaño es el primer aviso a la dirección nacionalista que aún negocia con JxCat cómo debe vehicularse la integración del partido.

Hay sectores moderados del PDeCAT, con Marta Pascal y Carles Campuzano, que han amenazado con la escisión si el partido quedaba fagocitado por la Crida y por JxCat. Hace tiempo que se producen movimientos para que concurra en las próximas elecciones una formación de corte nacionalista pero moderado y alejada de las tesis favorables a la confrontación y la unilateralidad que defienden Puigdemont y Torra. Una especie de recuperación de la antigua CDC. Artur Mas descartó el sábado pasado liderar cualquier operación que suponga dividir JxCat. Hay sectores que reivindican la vieja Convergència. Pascal, de hecho, ha afirmado que el partido fundado por Jordi Pujol no tenía que haber dejado de existir.

Tras su anuncio en TV3, ha colgado una carta en su cuenta de Twitter en la que ha señalado que JxCat no ha asumido el rol necesario como actor político que aborde formas de solucionar el conflicto catalán. JxCat ha quedado «prisionera de un simbolismo estéril y de una retórica muy estridente que ha dejado nuestras instituciones a la intemperie», ha criticado. «Por este motivo no puedo seguir ostentando un cargo de JxCat», ha apuntado. «No comparto la estrategia que está siguiendo», ha añadido. Y ha concluido cargando contra Puigdemont. «Me preocupa el clima de intolerancia y agresividad contra todos aquellos que no hemos compartido determinadas decisiones», ha señalado. «No quiero que mis ideales se midan en función de los actos de desobediencia y de unilateralidad», ha apuntado. «No nos llevan a ningún lado», ha rematado.