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Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. Afp
El líder socialista elude convocar a su Comité Federal para validar el pacto

El líder socialista elude convocar a su Comité Federal para validar el pacto

Los críticos se sienten sin fuerza para exigir nada y barones como Lambán o García- Page han optado por, simplemente, marcar perfil propio

Jueves, 2 de enero 2020, 00:16

No habrá reunión del Comité Federal del PSOE para avalar el pacto con Unidas Podemos o los acuerdos con Esquerra Republicana de Catalunya. El secretario general del PSOE ha decidido ahorrarse este trámite por «falta de tiempo», según alegan en Ferraz, y se limitará ... a someterlo este viernes a la ejecutiva, en la rara vez nadie le ha discutido nada desde que ganó las primarias del 2017.

La decisión de no convocar al máximo órgano del partido entre congresos resulta anómala y en otra época, no muy lejana, habría desatado una trifulca interna. Ahora las cosas son distintas. Aunque los estatutos de la formación siguen diciendo que es a ese cónclave al que corresponde «determinar la política de alianzas», si bien condicionados por lo que antes haya podido votar la militancia (artículo 32.i), los críticos, en minoría, se sienten sin fuerza para plantear nada. Además, Sánchez es ahora un presidente en funciones a punto de revalidar el en el cargo y no un dirigente al que se veía poco capaz de llegar a la Moncloa.

«Casi es mejor que no nos llamen -admite un dirigente territorial receloso con la negociaciones para la investidura- porque solo serviría para hacernos cómplices; Pedro controla prácticamente todo». Resignados, algunos 'barones' como el castellano-manchego, Emiliano García-Page, o el aragonés, Javier Lambán, se limitan a marcar perfil propio dejar claro con sus declaraciones públicas su oposición frontal a los postulados independentistas. Lo hicieron, ambos, de nuevo en sus discursos institucionales de Año Nuevo.

En unos días en los que, para más inri, desde el ayuntamiento socialista de León se ha suscitado también el debate sobre la secesión regional, García-Page presumió de qu en Castilla-La Mancha no hay «problemas de identidad». «Sabemos muy bien lo que somos -dijo-. No somos una nación, al revés; dependemos de una gran nación que es España».

Lambán, por su parte, prometió lealtad institucional y no plantear tensiones territoriales pero también advirtió de que su comportamiento ha de ser correspondido. «No admitiremos que para apaciguar a otras regiones se les otorguen privilegios», dijo.

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