Junqueras denuncia «la represión» del independentismo en Estrasburgo

Junqueras y Romeva pudieron entrar en el edificio del Parlamento Europeo por su condición de ex eurodiputados. Las restricciones sanitarias impuestas por el coronavirus (los plenos en Estrasburgo se reanudaron el mes pasado tras más de año y medio de ausencia con muchas limitaciones sanitarias) impidieron que el resto de integrantes de la delegación catalana (la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y las exconselleras Dolors Bassa y Meritxell Serret) entraran en las instalaciones si quiera en calidad de visitantes.

El líder de los republicanos, en una comparecencia ante los medios de comunicación a su llegada, ha dejado claro cuál era el primer objetivo de esta visita: «Explicar que la represión continúa, que sigue habiendo personas en el exilio». «Venimos también a ofrecer todo nuestro apoyo para estas instituciones y el conjunto de la UE, de la cual nosotros nos sentimos parte de forma orgullosa», añadía a renglón seguido.

Junqueras dijo «no dar nada por perdido», en referencia a su escaño como europarlamentario -en diciembre del pasado año la justicia europea rechazó su recurso contra el hecho de que la Eurocámara lo declarase 'vacante'-. Se apoyó, de hecho, en esa circunstancia para reforzar el mensaje de «la represión» porque «se nos impide ejercer los cargos para los que fuimos elegidos, como en mi caso, diputados para esta cámara». E hizo extensiva la inercia al ámbito económico; «la represión del Tribunal de Cuentas que lo que hace es perseguir nuestras casas», subrayó.

En este sentido se mostró seguro de que el fondo de 10 millones de euros habilitado por el Govern de la Generalitat para ayudar a los ex altos cargos a los que este Tribunal exige fianzas por utilizar dinero público en la promoción del referéndum ilegal del 1-O se ha adoptado «bajo todas las garantías legales».

El líder independentista, indultado por el Gobierno, también prepara desde la ciudad francesa el terreno para la entrevista con Carles Puigdemont que tiene programada para este miércoles en Waterloo, a escasa media hora de Bruselas. Será el primer encuentro cara a cara entre los dos pesos pesados del independentismo desde octubre de 2017.

Junqueras tenía previsto que esa cita tuviera lugar en la ciudad francesa, coincidiendo con el último pleno en el Parlamento Europeo antes de las vacaciones estivales, pero dado que Puigdemont no tiene intervención prevista desde el hemiciclo no viajará y lo seguirá de forma telemática desde la localidad belga. Desde la llamada 'Casa de la República'. A Estrasburgo sí acudió la exconsellera Clara Ponsatí, también prófuga de la justicia, que recibió a la delegación catalana.

«Siempre es un placer tener la oportunidad de reencontrarnos. No nos hace falta ninguna reconciliación porque por mi parte siempre ha habido toda la voluntad de entendimiento», subrayaba Junqueras que entró en prisión al mismo tiempo que Puigdemont huía de la justicia española con destino a Bélgica.