El investigador de 'Gürtel' declara las presiones para tapar la 'caja B' del PP

Como ya hiciera en una primera comparecencia ante el juez o en la comisión de investigación del Congreso sobre el uso de fondos reservados del Ministerio del Interior para llevar a cabo la llamada 'operación Kitchen' -está imputada la cúpula ministerial y policial o la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal-, Morocho ha desgranado por espacio de tres horas las «presiones paralelas» y los intentos de sus superiores de apartarle de la causa con filtraciones u ofrecimientos de puestos mejor remunerados. La razón era sencilla: sus informes judiciales estaban siendo demoledores no solo para Bárcenas, sino también para los intereses políticos del PP.

Si la 'operación Kitchen' se puso en marcha en julio de 2013, Morocho ha comentado al juez que desde un mes antes ya le llegaron los primeros ofrecimientos para dejar el caso. Ha afirmado que tuvo una reunión en una cafetería con el comisario principal José Luis Olivera, entonces jefe de la UDEF, la unidad que investigaba 'Gürtel' y a cuyo grupo pertenecía el testigo. Éste, ha dicho, le ofreció un puesto como agregado de Interior en Lisboa (Portugal) e incluso en la ONU, con una remuneración superior a los 10.000 euros, porque «mandos policiales» querían apartarle de las pesquisas sobre la 'caja B' del PP.

Según fuentes jurídicas presentes en su declaración, el inspector ha manifestado al juez que se le conminó a que «minusvalorara los papeles (de Bárcenas)», a lo que García Castellón le respondió: «Pues me deja usted un panorama desolador».

Morocho ha resaltado, además, que esos altos cargos le impidieron incluir en el informe que presentó en 2013 en el juzgado la relación de las personas que eran receptoras de dinero de la presunta 'caja B' del partido, en referencia a los sobresueldos pagados con la contabilidad paralela. Pero finalmente rechazó esa propuesta y los metió en un anexo, como el de Mariano Rajoy o María Dolores de Cospedal, por ejemplo.

Un aspecto novedoso de esa reunión con Olivera, que aún no ha declarado como investigado en la 'operación Kitchen' pese a los abundantes indicios contra él, es que el comisario recibió una supuesta llamada telefónica del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de la que dedujo que éste le preguntaba precisamente por este encuentro: «Hola, ministro. Sí, estoy con él», ha asegurado Morocho que dijo Olivera a su interlocutor. Al término de la declaración del inspector jefe, el abogado del exministro, que ha estado presente este martes en el interrogatorio, ha negado la existencia de esta llamada, según han señalado las citadas fuentes jurídicas.

El inspector también ha relatado que le presionaron para que el nombre del empresario Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal y recientemente investigado en 'Kitchen', no figurase en esos documentos. Según ha explicado, uno de sus jefes se justificó en que «López del Hierro es amigo de Villarejo». Esta referencia se ha producido a preguntas del magistrado, que intenta aclarar el significado de las anotaciones aparecidas en las agendas intervenidas a Villarejo el pasado octubre y en las que se hace referencia, precisamente, a Morocho.

Así, el 29 de abril de 2013 el comisario jubilado apuntaba: «Problemas sobre el último informe de Moroc.». Ese mismo día, el inspector había firmado un informe en el que aseguraba que el «M. R.» que aparecía en la contabilidad opaca de Bárcenas como perceptor de 163.507 euros en sobresueldos era supuestamente Rajoy. Ese mismo informe recogía que López del Hierro era la persona que supuestamente había hecho dos donaciones al partido por un total de 114.192,30 euros. Villarejo también escribió en sus cuadernos otra «entrada significativa», según el juez, cuando situaba el nombre de Morocho junto a la palabra «Lisboa», en supuesta referencia al destino en la embajada de España en Portugal que ahora ha confirmado el testigo.