Iglesias asegura que su marcha «no es una derrota»

Desde aquella noche electoral del 4 de mayo, cuando anunció su retirada de la política, se ha mantenido en un segundo plano. Un lugar discreto desde el que sigue departiendo asuntos de calado político con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. También con la ministra Ione Belarra, que ocupa ahora el cargo de secretaria general de Podemos.

Mientras tanto, ha dosificado sus intervenciones públicas y tan solo se había dejado ver, brevemente, para participar el pasado 5 de junio en un curso de verano organizado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Este lunes rompió su silencio en los medios de comunicación en una entrevista al diario italiano La Stampa por el 20 aniversario de las manifestaciones contra la reunión del G8 en Génova, en las que él participó con 22 años.

El exlíder de Podemos no ha variado su discurso en estos meses de retiro y sigue sosteniendo que su formación logró, al negociar un Gobierno de coalición con el PSOE, que Pedro Sánchez no se aliase «con la derecha». También afirma que pactar «con las fuerzas catalanas y vascas» supuso «un elevado precio político».

Iglesias no se abstiene de comentar los frentes judiciales que los morados tienen aún abiertos y volvió a achacar asuntos como la pieza 'Dina' del 'caso Tandem' o la supuesta contratación de una asesora del Ministerio de Igualdad como niñera de sus hijos como un intento de «destruir a Podemos por parte del aparato estatal». «Cuando algunas ideas llegan a la cima chocan con el poder», afirmó, antes de aclarar que llegar al Ejecutivo «no significa tener poder, sino desafiar el poder con más herramientas disponibles».