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Cristian Reino
Barcelona
Martes, 14 de abril 2020, 15:55
El Gobierno catalán insiste en que no es una casualidad que el Ministerio de Sanidad enviara 1,714 millones de mascarillas a la Generalitat para hacer frente a la crisis del coronavirus. El consejero de Interior, Miquel Buch, cargó con dureza contra el Gobierno central ... , al que acusó de querer reírse a la cara de los catalanes y de jugar con la historia de la ciudadanía de Cataluña. El dirigente nacionalista ha evitado esta mañana retractarse, aunque ha bajado el tono. A pesar de las críticas, la portavoz de la Generalitat ha salido en defensa del titular de seguridad y ha avalado sus tesis conspirativas.
Según la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, la distribución de mascarillas se hace por «provincias y por población» y «nadie pensó cuando se hacía el recuento». «No hay tiempo, ni ganas, ni hay ninguna intencionalidad», ha dicho sobre el hecho de que a Cataluña le correspondieran 1.714.000 mascarillas, una cifra que el independentismo considera que tiene intencionalidad política para mofarse de los catalanes, al recordar la fecha de 1714, el del fin de la Guerra de la Sucesión, que el secesionismo sitúa como el origen de la pugna entre Cataluña y el resto de España. Buch, en cambio, ha asegurado que los cálculos a los que se refiere la delegada del Gobierno «no salen». «Son ellos los que tienen que explicar por qué les sale esa cifra», ha reiterado esta mañana, después de que ayer recibiera un aluvión de críticas, incluidas desde las filas del independentismo, en concreto de Gabriel Rufián, que calificó la actuación del consejero en la rueda de prensa como propia del programa televisivo de humor 'Polonia'.
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Según Cunillera, el Gobierno central tenía 10 millones de mascarillas, que tenían que repartirse entre todas las provincias españolas en función de su población. «A Cataluña vinieron las que tocaban en función de la población, en Lleida, Tarragona, Barcelona y Girona. Es evidente que tocan muchas más a Barcelona que a Lleida, por una cuestión de población, pero nada más», ha recalcado esta mañana en Catalunya Ràdio.
A pesar de las explicaciones, el Govern ha insistido esta mañana en la teoría de la mano negra. «No creemos en las casualidades», ha afirmado la consejera de Presidencia, Meritxell Budó. La portavoz de la Generalitat, en cualquier caso, ha tratado de rebajar la polémica, al «celebrar» el envío de material sanitario por parte de la administración central.
El Gobierno central y la Generalitat mantienen una agria pugna en la gestión de la crisis de la pandemia. Ambas administraciones han chocado en los últimos días a cuenta de la conveniencia o no de levantar el confinamiento duro. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivà, ha apuntado esta mañana que el Govern no tiene toda la información adecuada para oponerse a que se levante la hibernación de la economía, que en Cataluña se ha producido esta mañana. Los expertos que asesoran a Quim Torra se basan en «un conocimiento limitado claramente menor» al que dispone el Ejecutivo central, ha dicho en Antena 3. La consejera de Presidencia le ha replicado que el Govern lleva días reclamando al Gobierno central que le envíe los informes de los expertos que defienden reemprender la actividad económica. «Seguimos reclamando estos informes», ha señalado. Budó ha sacado pecho al asegurar que lo que vienen defendiendo sus expertos, con el científico Oriol Mitjà a la cabeza, está «funcionando», ha dicho en referencia al confinamiento total.
En relación a los pactos de la Moncloa que Pedro Sánchez quiere reeditar, el Ejecutivo catalán no se ha movido de su posición. «Si se trata de trabajar en acciones conjuntas para superar la pandemia, nos encontrarán», ha señalado Budó. Eso sí, ha avisado de que si de lo que se trata es de buscar el apoyo para recentralizar competencias, como a su juicio ha pasado con el decreto del estado de alarma, «ahí no nos encontrarán».
El coronavirus en cifras
El Gobierno catalán discrepa también con el Ejecutivo central sobre las cifras de la crisis. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó ayer que España ya ha pasado el pico de la pandemia. En cambio, la consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, se ha negado a afirmar que Cataluña haya superado ese umbral. Sí podría haber pasado los momentos de máxima tensión en las UCI, a tenor de las cifras que ha facilitado. Las UCI catalanas están al 80% de ocupación, cuando ha habido días en que estaban al 84-85%, según la consejera.
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