El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, lo apuntó ya el pasado viernes. El Gobierno estudiará todas las opciones sobre la mesa para tratar de salir de la situación de bloqueo en la que ha vuelto a quedar el Consejo General del Poder Judicial tras la ... ruptura de las negociaciones abiertas hace tres semanas con el PP. Y, en público, no rechaza ninguna. Ni siquiera la de recuperar la rebaja de las mayoría necesarias en el Congreso y el Senado para poder designar a los nuevos vocales sin el PP, a pesar de que, en la práctica, la norma, retirada tras las admoniciones de la UE, ha quedado descartada. Moncloa se resiste a mostrar sus cartas porque su objetivo ahora es otro: que toda la presión recaiga sobre Alberto Núñez Feijóo.
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Hasta en cinco ocasiones se le preguntó este lunes a la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre cuáles serán los siguientes pasos del Gobierno: si repescará la citada proposición de ley, como le reclaman desde Unidas Podemos; si nombrará ahora a los dos magistrados que le corresponden en el Tribunal Constitucional sin esperar al Consejo, si tiene en mente alguna forma para que el actual órgano de gobierno de los jueces, con el mandato caducado desde hace casi cuatro, años cumpla de una vez con todas y designe a los suyos... Todo lo que replicó fue que el Gobierno sí cumplirá con la Constitución.«Va a trabajar para cumplir y garantizar que funcionen los órganos institucionales a pesar del PP», dijo incluso. El cómo quedó en el aire.
En Monlcoa esgrimen que a quien hay que preguntrar qué es lo que va a hacer ahora es al principal partido de la oposición. «No se puede naturalizar el incumplimiento de la Constitución, la gente tiene que saber cuál es la situación», argumentan. Lo que, en ningún caso se plantean es renunciar a la prometida reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición, el asunto esgrimido por los populares para levantarse de la mesa. Este mismo lunes tanto el negociador del PP, Esteban González Pons, como el número tres del partido, Elías Bendodo, afirmaron que estarían dispuestos a volverse a sentar si no se materializa ese compromiso que el propio Sánchez llegó a calificar de «personal» hace dos semanas. «El cumplimiento de la ley no se puede condicionar a nada», defienden. «No aceptamos chantajes».
Crisis en el Poder Judicial
Rodríguez insistió en su comparecencia en esa misma idea y cargó las tintas contra el presidente del PP . «Juró cumplir y hacer cumplir la Constitución. Quien se niega a eso no tiene legitimidad para pedir luego su cumplimiento. Para eso -recriminó- ya teníamos a Casado». La ministra insistió así en lo que desde el mismo viernes viene reiterando todo el Ejecutivo, que Feijóo ha sucumbido a las presiones de los sectores más reaccionarios de la derecha y que al hacerlo ha perdido todo su crédito. «Con él no se puede jugar ni al parchís», llegó a ironizar.
Rodríguez también ridiculizó que el PP se haya hecho eco de las palabras de Carles Puigdemont, que este domingo, en una carta, aseguró que emisarios del PSOE le han ofrecido ya «expectativas de un buen trato» judicial a través de una reforma del Código Penal o de un indulto si comparece ante el Tribunal Supremo. Tras referirse al expresidente de la Generalitat como «ese señor que se encuentra fugado», la ministra aseguró que el Ejecutivo tiene claro que debe venir a España para «rendir cuentas ante la justicia» y recriminó a los populares que usen su testimonio con «argumento de autoridad».
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