El Gobierno prevé para verano el inicio de la desescalada laboral

La ministra confirmó que el proceso de reincorporación al trabajo de los diferentes sectores será «paulatino» y que en su departamento manejan dos tiempos. El primero será en junio y abarcará los sectores productivos. Las grandes empresas y los bancos ya han confirmado que la vuelta al trabajo será «gradual». El segundo se alargará hasta finales de año y afectará, sobre todo, al turismo, la cultura y el ocio, así como en la navegación aérea y marítima, ahora paralizados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor.

Díaz reconoció que estos sectores tendrán «enormes dificultades» para reanudar su actividad, por lo que ya se están diseñando medidas con los agentes sociales para ver cómo se debe pautar este proceso. De ahí en adelante, la titular de Trabajo dejó en manos de «las autoridades sanitarias» los siguientes pasos a dar.

Los expertos llevan prácticamente «dos meses» estudiando cómo flexibilizar el confinamiento. Rebuscan en las escasas publicaciones científicas al respecto, tal y como explicó el responsable del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, mientras evalúan lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) están proponiendo en materia de desconfinamiento. Y algunas medidas empiezan a estar claras, independientemente de cuándo se lleven a efecto.

El Ejecutivo tiene sobre la mesa una propuesta para que la desescalada empiece por dejar salir a los niños a la calle bajo estrictas medidas de precaución. Sanidad considera que dar paseos diarios «podría llegar a ser una medida beneficiosa» para los menores si se toma «correctamente». Pero, de momento, no hay nada cerrado.

El Gobierno catalán defiende que dentro de ocho o nueve días se debería autorizar una salida por «franjas horarias» de los menores, con mascarillas a partir de los seis años. Pero si lo hace vulneraría el estado de alarma. «La decisión la tiene que tomar el Gobierno de España», avisó el titular de Sanidad, Salvador Illa.

El ministro insistió en que han solicitado a las autonomías que «hagan llegar sus planteamientos» para ser estudiados de cara a la próxima desescalada, pero recordó que, mientras el estado de alarma siga vigente, será el Gobierno el que dicte las pautas. El problema no es solo que puedan salir los menores, como alertan los expertos, sino que esa desescalada debe de ser «coherente» y aplicarse con otras medidas conjuntas que eviten contagios. «Hay situaciones que sobre el papel son muy recomendables pero que su aplicación puede ser complicada», advirtió Fernando Simón.

Pero Cataluña no es la única comunidad que presiona a Pedro Sánchez con dar un respiro a los más pequeños, que son los que desde hace más tiempo sufren las restricciones de la cuarentena forzada por el coronavirus. El lehendakari Iñigo Urkullu también defendió la conveniencia de dejar salir a la calle a menores y colectivos con necesidades especiales, siempre acompañados por un adulto y «bajo condiciones limitadas de tiempo, distanciamiento físico y no agrupación».