La minsitra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, durante la cumbre bilateral. EFE/ATLAS

Gobierno y Generalitat acuerdan «reducir la conflictividad» sin abordar el referéndum

Fijan un calendario de reuniones mensuales y el desbloqueo de 1.700 millones de euros para ampliar el aeropuerto de El Prat

Lunes, 2 de agosto 2021

La Generalitat regresó este lunes a la senda autonómica para sentarse junto al Gobierno en una cumbre bilateral que no se celebraba desde 2018, cuando el PSOE volvió al Gobierno tras la moción de censura que apartó de la Moncloa al expresidente Mariano Rajoy. Ambas ... partes acordaron «reducir la conflictividad institucional» para evitar la litigiosidad entre las normas estatales y autonómicas mediante procesos de negociación previos, como es el caso de la ley catalana que regula los alquileres, recurrida por el Ejecutivo. Para la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, fue «un buen comienzo» para «normalizar» las relaciones, pero la delegación catalana, encabezada por la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, se había presentado en Madrid con una larga lista de exigencias y acabó calificando el encuentro de «insuficiente». «Si el Gobierno de Pedro Sánchez apuesta por el autogobierno, que lo demuestre», resumió tras la reunión el vicepresidente catalán, Jordi Puigneró.

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Entre estas peticiones se encontraban el traspaso de 56 competencias como la gestión del Aeropuerto de El Prat, la Seguridad Social o más funciones para los Mossos. Asuntos que acabaron reducidos durante las dos horas que duró la cumbre a cinco ejes generales. Además de la mencionada «reducción de la conflictividad» también se pactó agilizar la entrega a Cataluña de la gestión de becas y ayudas al estudio, que será efectiva el curso 2022-2023; estudiar la viabilidad de otros traspasos en materia de salvamento marítimo o legislación laboral y formación profesional; la reactivación de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales y, por último, la puesta en marcha de un grupo de trabajo para abordar las transferencias de los servicios de viajeros de ferrocarril y cercanías sobre la red de Ancho Ibérico.

Todo se reforzará en un calendario de trabajo de seis meses en el que prevén reunirse al menos una vez al mes, para abordar en comisiones sectoriales las posibles transferencias. El próximo febrero volverá a convocarse otra bilateral para evaluar el estado de las conversaciones.

Pero uno de los movimientos más trascendentes del día se produjo en una reunión paralela a la cumbre bilateral y que no se encontraba en la agenda oficial del día, el desbloqueo de 1.700 millones de euros para ampliar el Aeropuerto de El Prat y convertirlo en un «hub internacional». Puigneró había acudido horas antes al Ministerio de Transportes para reunirse con la ministra Raquel Sánchez, que hasta hace dos meses era alcaldesa de Gavá, una de las zonas más afectadas por el tráfico aéreo del área metropolitana de Barcelona.

La obra supone afectar el espacio natural protegido de La Ricarda y ha levantado un frente opositor, básicamente de aquellos municipios más cercanos al aeródromo y de colectivos ecologistas. También dentro del propio Ejecutivo catalán hay muchas voces que recelan de actuar sobre las pistas, por el impacto ambiental que ello conlleva.

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Rodríguez aseguró al respecto que el Gobierno y la Generalitat defenderán ante la Comisión Europea la viabilidad de esta ampliación, que plantea dudas desde el punto de vida medioambiental, y calculó en 83.000 el número de empleos directos que se crearán con el proyecto.

La reunión, pese a las críticas preventivas de PP, Ciudadanos y Vox, acabó siendo más técnica que política y no se abordaron asuntos de calado como la autodeterminación o la amnistía a los condenados por el 'procés', que se aparcaron hasta la tercera semana de septiembre, cuando se retome la mesa de diálogo, el siguiente paso que Pedro Sánchez y Pere Aragonès han marcado en la hoja de ruta.

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Negociación presupuestaria

La cumbre se celebró en un momento en el que tanto PSOE como Unidas Podemos ya han iniciado contactos para negociar los Presupuestos de 2022. Unas cuentas públicas vitales para que la coalición pueda apuntalar lo que queda de legislatura y para las que, al igual que el año pasado, necesitarán los votos de los partidos que conforman el llamado bloque de investidura, entre ellos Esquerra. Pero el vicepresidente Puigneró, que pertenece a Junts, les lanzó un aviso: «Si el Gobierno de Pedro Sánchez viene a buscarnos para negociar los Presupuestos, tendrá un precio».

Aragonès, que fue el único jefe de Ejecutivo autónomico que faltó a la Conferencia de Presidentes celebrada en Salamanca el viernes pasado, asume en cambio que la independencia va para largo. En consecuencia, el Gobierno de Cataluña quiere seguir apretando al Ejecutivo en todo lo que tiene que ver con sus competencias mientras ensancha la base social del secesionismo.

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El PP advierte de los «pactos secretos» entre Sánchez y Aragonès

PP, Ciudadanos y Vox se mostraron muy críticos con la resurreción, tres años después de su última convocatoria, de la cumbre bilateral entre el Gobierno y la Generalitat, sobre todo después de que el presidente catalán, Pere Aragonès, fuera el único dirigente autonómico en ausentarse de la cumbre de presidentes celebrada en Salamanca. Los populares insertaron la cita en lo que denominaron como la «agenda oculta» de Pedro Sánchez y Aragonès, donde se cierran «pactos secretos» en detrimento de España. «Es un insulto a los españoles», calificó el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos.

Los conservadores mostraron su «preocupación» ante la «España multinivel» que el PSOEincluyó como estrategia en su documento de preparación para su 40 Congreso que celebrará en octubre. «El problema –aseveró el secretario general Teodoro García Egea– es que Sánchez quiera hacer un trato diferencial con aquellos que le apoyan los Presupuestos y margine al resto».

Para Ciudadanos, la cita forma parte del pacto entre el Gobierno y Esquerra para asegurar los Presupuestos, que PSOEy Unidas Podemos empezaron a perfilar la semana pasada. La líder del partido liberal, Inés Arrimadas, afeó al jefe del Ejecutivo «haber escogido estos socios preferentes para toda la legislatura» y que, en su opinión, «representan la senda del separatismo».

El presidente de Vox,Santiago Abascal, lamentó que la cita entre el Ejecutivo central y el catalán haya servido para «blanquear al golpismo» y avisó de que Sánchez pactará con los independentistas «lo que necesite» para seguir en el poder. «España –alertó– necesita un Gobierno fiel a los españoles no a los golpistas».

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