Pedro Sánchez busca aliados en el Congreso para limitar los aforamientos

Pedro Sánchez prometió en septiembre que la reforma de la Carta Magna, que afecta exclusivamente a los artículos 71.3 y el 102.1, se realizaría de forma rápida y estaría lista en sesenta días, aunque ahora el Gobierno ha ampliado ese plazo a un año. Y es que el mecanismo para modificar el texto constitucional es complejo y requiere de una mayoría de tres quintos en el Congreso.

Pero en la Moncloa no cuentan por ahora con ningún aliado político en las Cortes. Por eso, el presidente iniciará ahora una ronda de contactos con los portavoces de los grupos parlamentarios para intentar recabar los respaldos necesarios. El socio imprescindible es el PP, que con su mayoría absoluta en el Senado puede frenar cualquier modificación de la Carta Magna. La formación de Pablo Casado teme, por contra, el alcance de esta iniciativa si Podemos cumple con su amenaza y pide un referéndum.

El partido de Pablo Iglesias defiende que cualquier cambio constitucional tiene que ser sometido a referéndum. Podemos tiene los diputados suficientes para promover ese tipo de consultas populares (se requiere 35 y cuentan con 67 escaños). La vicepresidenta Carmen Calvo aseguró que «no podemos decirle a ningún grupo que pueda tener la fuerza» que no lo haga.

La propuesta tampoco cuenta con el apoyo de Ciudadanos. «Es una estafa a la ilusión de los españoles», denunció su líder Albert Rivera, que cargó contra Sánchez porque en vez de suprimirlos « lo que hace es blindarlos y, sobre todo, los casos de corrupción política».