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La implosión del PP ha forjado una entente entre Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo. El líder gallego no dudó en situarse al lado de la presidenta madrileña criticando primero el espionaje «imperdonable» contra ella; y, a continuación, reclamando responsabilidades a la dirección nacional ... por la mala gestión de la crisis. Un respaldo sin medias tintas que contrastó con el silencio o la cintura del resto de dirigentes territoriales que apenas acertaron a expresar su bochorno cuidando sus palabras para no desequilibrar la lucha en el barro de la capital.
Feijóo y Ayuso han hablado, y mucho, en estas semanas agónicas para el PP. En esas conversaciones, la líder madrileña no solo se autodescartó para competir por el liderazgo nacional sino que apostó abiertamente por el presidente gallego, con el que tuvo varios enfrentamientos públicos durante la pandemia.
Con la llegada de Feijóo a Génova, Ayuso tiene el camino libre para hacerse con la riendas de la organización en Madrid -el germen del enfrentamiento con Pablo Casado- en un congreso que quiere antes del verano y en el que tendrá manos libres para configurar un equipo. Podrá hacer y deshacer a su antojo en el partido regional. «Todos ganan», reconocen las fuentes consultadas.
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La dirigente autonómica ha prometido no convertirse en ningún obstáculo para Feijóo a pesar de que exige revancha con la expulsión del PP de quienes la hayan atacado. Se siente ultrajada y no está dispuesta a olvidar y mucho menos a perdonar. Lo dejó claro ante la junta directiva nacional del miércoles en una intervención muy dura. «No creo en las heridas cerradas en falso», aseveró.
Para algunos dirigentes estuvo «fuera de lugar». «Era el momento de Pablo, no tenía nada que decir», afirma un diputado. Sin embargo, contó con el respaldo del todavía presidente de la Xunta. «Tiene derecho a decir lo que piensa», dijo tras respaldar su honorabilidad.
Ayuso es un puntal del nuevo PP y no se descarta abrir una investigación sobre el supuesto intento de espionaje contra ella. Pero Feijóo no le entregará las cabezas que pide. Quiere pasar página cuanto antes e integrará a los casadistas en esta nueva etapa, que se quiere construir sin cronificar la división interna.
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