Feijóo pide a Alfonso Alonso reconsiderar su marcha de la política

Aunque la crisis entre el PP vasco y la dirección nacional tiene orígenes lejanos, el episodio que ha provocado la ruptura ha sido la negociación de la alianza con Ciudadanos. Unas conversaciones al margen, se quejan en la organización vasca, de la opinión del territorio y que conceden al socio de coalición «dos puestos de salida» en las listas en un contexto de pobres expectativas electorales. En Galicia, la situación es distinta. Allí, Núñez Feijóo cerró la puerta a una unión de ese tipo y condiciona ahora la entrada de dirigentes liberales en su candidatura.

«Si la propuesta de Ciudadanos es utilizar el vehículo del PP para conseguir diputados bajo el paraguas de la estabilidad y la unión y, finalizado el período electoral, constituyen un grupo parlamentario independiente al PP, los gallegos no entenderán que lo que motiva la unidad y la estabilidad política se convierta en división e inestabilidad política a los cinco minutos de cerrar las urnas», ha argumento el presidente de Galicia en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum. «La unidad no es de siglas huecas».

Otros cargos del PP llevan tiempo advirtiendo sobre esta circunstancia. Llaman a tener en cuenta el riesgo de que la suma con Ciudadanos, vía coalición o integración en las listas, acabe tan sólo revitalizando a los liberales, dándoles voz propia allí donde no pueden conseguir representación, es el caso hasta ahora de Galicia y País Vasco.

En realidad, la mayoría absoluta que persigue Núñez Feijóo en Galicia es más que una victoria electoral. En caso de apuntalar la noche del 5 de abril su cuarto mandato, el presidente gallego habrá conseguido, además, el aval a una manera de entender la política que hace tiempo está a debate en las filas del PP. Su apuesta expresa, subrayan fuentes del partido, por el «centrismo, la moderación y la transversalidad» es un modelo de referencia para los sectores que temen que la tendencia natural de la dirección de Génova sea el viraje a la derecha. Hoy mismo se ha desmarcado de una forma de proceder en «bloques». Pero también la cúpula necesita retener el máximo poder territorial.

Las encuestas, sin embargo, reflejan que no hay garantía de que la Xunta quede en manos de la formación conservadora. No en todas el PP consigue la mayoría absoluta y en algunas lo hace por los pelos. Esta circunstancia exige a Núñez Feijóo volver a aglutinar todo el centro derecha y a que los votos que se vayan a formaciones como Ciudadanos o Vox, no le resten opciones.

El presidente de Galicia no cree que la extrema derecha, corriente a la que reprocha no conocer «bien» su territorio, vaya a obtener diputados en el Parlamento autonómico, pero, en todo caso, lanza un mensaje al electorado. «Si ustedes quieren que Feijóo se vaya de la Xunta -ha dicho-, pueden votar a esa formación política».