El fantasma de Villarejo vaga por el Windsor
Quince aniversario ·
La Policía no ha podido aclarar si el comisario incendió el edificio para hacer desaparecer datos sensibles sobre Francisco GonzálezQuince aniversario ·
La Policía no ha podido aclarar si el comisario incendió el edificio para hacer desaparecer datos sensibles sobre Francisco GonzálezLas misteriosas sombras que aquella noche se dejaron ver en las ventanas del aquel coloso en llamas siguen vivas quince años después. Los fantasmas que muchos creyeron ver la madrugada del 12 al 13 de febrero de 2005 mientras el edificio Windsor se consumía ... en Madrid han resucitado ahora por obra y gracia de uno de los personajes más oscuros de las últimas décadas, José Villarejo.
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El caso Windsor se cerró, al menos judicialmente, el 31 de enero de 2006 cuando el Juzgado de Instrucción 28 de Madrid sobreseyó el asunto, dando por buena la tesis (cuestionada por muchos) de que el incendio fue provocado por una trabajadora de la empresa Deloitte que, de manera no intencionada, dejó mal apagado un cigarrillo en un despacho de la planta 21, donde se originó el fuego. La verdad judicial concluyó que las famosas siluetas con forma humana que se vieron en la planta 12 aquella noche, cuando los bomberos habían desalojado el inmueble por el riesgo de colapso, no eran un reflejo, pero que, fueran lo que fueran, no intervinieron en el suceso.
¿Punto y final? Pues no. Hace precisamente un año, el medio digital 'moncloa.com' hizo públicos unos documentos del 'caso Villarejo' que supuestamente vinculaban al excomisario con aquel incendio. Esos papeles, cuya veracidad ha sido acreditada la pasada semana al levantarse el secreto del sumario de la pieza sobre el BBVA, están relacionados con el denominado «Proyecto FG» (Francisco González). O lo que es lo mismo, las presuntas maniobras que el excomisario llevó a cabo entre 2004 y 2005 para frustrar el intento de Sacyr de hacerse con el control del banco y para mantener al propio González cfomo presidente de la entidad.
La clave es un informe que Villarejo fechó el 26 de febrero de 2005 (dos semanas después del incendio) y que supuestamente remitió al BBVA sobre las gestiones que había hecho para desbaratar la operación de Sacyr y, sobre todo, salvaguardar el buen nombre de González. En ese documento, además de presumir de haber realizado más de 16.000 intervenciones ilegales de comunicaciones de 'enemigos' del expresidente del banco, reportó sobre el balance del «Proyecto FG».
Allí escribió textualmente que la «acción final» de la operación había sido «eliminar rastros documentales de la firma de auditoría DEL. Intento de sustitución de soportes documentales originales, en su defecto eliminación física de los mismos». Villarejo en ese documento se mostró especialmente cauto para no informar por escrito a sus clientes cómo había conseguido «eliminar» esos «rastros documentales». «Sin comunicar (se entiende que al BBVA) ni fecha ni procedimiento operativo para conseguir su destrucción», escribió de forma críptica.
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Hace ahora justo un año, el juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón abrió una investigación ante la sospecha que la «auditoría DEL» eran los documentos que utilizó Deloitte, que ocupaba buena parte del edificio Windsor, para hacer la auditoría de la firma FG Valores (propiedad de González) , vendida a Merrill Lynch en 1996.
Se da la tremenda coincidencia que Anticorrupción, justo un día antes del incendio, había pedido a Deloitte que le facilitara esos documentos en el marco de una investigación sobre un desfase contable de 757 millones de pesetas de la época y que podía ser muy sensible para González en plena batalla con Sacyr. Sea como fuere, efectivamente el incendio que acabó devorando por completo el edificio acabó también con toda esa documentación, como informó la auditora a la Fiscalía después del siniestro.
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Villarejo, poco después de que en febrero de 2019 ese documento sobre el Deloitte y el BBVA viera la luz, negó de manera tajante tener nada que ver con el incendio del rascacielos.
Sin embargo, lo cierto es que la investigación sobre la supuesta relación de Villarejo y aquel siniestro sigue abierta, aunque con pocos frutos. Mandos policiales han apuntado que las pesquisas no han arrojado ningún dato adicional que pueda reforzar la tesis de que el incendio tenía como objetivo acabar con información sensible contra González. No obstante, estos mismos mandos defienden la tesis de que hay demasiados cabos sueltos en este siniestro como para darle carpetazo. Y más cuando el espectro de Villarejo sigue vagando entre las cenizas del edificio.
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