La explosión por el escape de gas en el edificio de Valladolid deja una fallecida y 14 heridos

En un primer momento se desalojó a doce vecinos del inmueble afectado, realojados en hoteles de la ciudad y viviendas de familiares, mientras los bomberos se ocupaban de atajar la fuga de gas y combatían las llamas. Mientras, un constante ir y venir de ambulancias fueron trasladando a los lesionados. A muchos de ellos se les suministró oxígeno allí mismo pues mostraban síntomas de intoxicación. Incluso se barajó la posibilidad de instalar un hospital de campaña en la zona.

«No hay ni epicentro, el suelo había desaparecido», describió José Luis Fernández, uno de los responsables de las dotaciones de bomberos que acudieron al lugar tras recibirse la alerta de los vecinos. Por fortuna, subrayó en rueda de prensa la alcaldesa en funciones, Irene Carvajal, la mayoría de los residentes estaban de vacaciones o en la calle, disfrutando de la superluna de agosto, lo que evitó mayores daños personales.

Cuando los bomberos emprendieron las labores de extinción se encontraron con la dificultad de que ocho coches y una moto que estaban en el interior de un taller de la planta baja estaban ardiendo, lo que les hacía imposible la entrada al edificio. «Por eso la carga de fuego en los bajos del edificio era brutal», describen. Tardaron dos horas en controlar las llamas de un incendio que aún tardó en ser extinguido del todo por las elevadas temperaturas que alcanzaron los escombros y porque debajo había mucho material combustible. Nueve de las personas evacuadas tuvieron que ser rescatadas mediante una escala colocada en la fachada, pues las escaleras estaban destruidas. El resto lograron escapar en un primer momento del inmueble por su propio pie. El estado de los hospitalizados, todos ellos con síntomas por inhalación por humo, permanece estable.

El combustible que provocó la deflagración pudo proceder tanto de la instalación de gas ciudad como de bombonas de butano. Sí se contempla como punto de inicio más probable la vivienda de la fallecida, en el primer piso, que voló completamente por los aires. El bloque había pasado las revisiones reglamentarias y los técnicos de la compañía del gas, en principio, no habrían detectado fugas o averías anteriores en la red de suministro.

A última hora de este miércoles los bomberos seguían trabajando entre los escombros del edificio ya que existían aún focos donde el fuego amenazaba con reavivarse.