Encuentran en Toledo un arsenal de explosivos de la Guerra Civil

Éstos avisaron a la Guardia Civil, que movilizó al Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de este cuerpo. Cuando los agentes llegaron encontraron dos cartuchos no disparados de 20 milímetros, utilizados en cañones antiaéreos de tiro rápido «Bofors». Según la Guardia Civil, su peligrosidad no sólo radica en el explosivo que llevan alojado dentro sino que la simple vaina o «casquillo» alberga en su interior el iniciador o estopín), que resulta peligroso ante cualquier golpe o fricción.

Los agentes del GEDEX sospecharon que la casa podría albergar más explosivos y, tras un registro con el consentimiento de sus propietarios, encontraron 10 disparos completos de 40 milímetros, 4 proyectiles de disparo de 40 milímetros, 3 granadas de mortero de 60 milímetros, una granada de mortero de 50 milímetros y 2 vainas de 105 y 125 milímetros, respectivamente, material que fue destruido. A raíz de estos hechos, la Guardia Civil recuerda que si un ciudadano localiza un objeto que pudiera ser un artefacto explosivo jamás debe manipularse ya que aunque aparentemente esté en malas condiciones, puede contener explosivo en su interior. Por el contrario, hay que señalar el lugar del hallazgo para poder ser localizado con posterioridad y avisar a la Guardia Civil.