El rey emérito decide no regresar a España por Navidad

El rey emérito se encuentra en Abu Dabi desde principios de agosto. Tomó la decisión empujado por la presión mediática después de saberse que la Fiscalía del Supremo le investigaba por recibir presuntas comisiones del AVE a La Meca. «Ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada», escribió entonces por carta don Juan Carlos a su hijo, «y guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España».

Desde entonces, don Juan Carlos hizo saber en varias ocasiones a sus allegados su deseo de regresar a España. A finales de octubre, el emérito vio su camino de vuelta despejado, al conocerse que la Fiscalía del Supremo tenía previsto archivar, antes de final de año, su investigación por las comisiones del AVE saudí. Sin embargo, a los pocos días se conoció que otras dos investigaciones estaban en curso. Por un lado, una por el uso de tarjetas opacas y, por otro, otra, en estado embrionario, por la aparición de una cuenta en un paraíso fiscal.

La semana pasada, Juan Carlos I regularizó su situación fiscal. A través de un escueto comunicado, su abogado, Javier Sánchez-Junco, se anunció que el emérito había abonado 678.393,72 euros, «incluidos intereses y recargos», por dejar de pagar el impuesto de donaciones correspondiente a los ejercicios 2016, 2017 y 2018, es decir, posterior a su abdicación. La Fiscalía examina ahora la «espontaneidad, veracidad y completitud» de esa regularización, y si pone fin a esa causa.

En el entorno de don Juan Carlos se entendió este paso como su salvoconducto para regresar a España. Pero el debate sobre la conveniencia o no de su vuelta se agitó de tal forma que Unidas Podemos, junto a otros grupos parlamentarios, volvió a solicitar una comisión de investigación al emérito en el Congreso que fue rechazada, y también volvió a cuestionarse si la Corona tendría que retirarle el título honorífico de rey que hoy ostenta.

Zarzuela, que siempre ha guardado un escrupuloso silencio como respuesta a informaciones periodísticas, ha roto esta semana en dos ocasiones su costumbre para desmentir dos noticias sobre el rey emérito. Por un lado, el viernes pasado, que Casa Real y el Gobierno estuvieran estudiando quitarle el título de rey a don Juan Carlos y, por otro lado, este mismo jueves, que el padre del Rey se encuentre ingresado por coronavirus en un hospital de Abu Dabi.

Sobre lo que no se ha pronunciado Zarzuela es respecto a la decisión de don Juan Carlos de permanecer en Navidad a 7.500 de Madrid. Don Felipe rompió con su padre en el mes de marzo a través de un duro comunicado en el que anunciaba que renunciaba a la herencia que podría corresponderle y, asimismo, le retiraba la asignación. Fue la respuesta del Rey a conocer que su nombre aparecía como beneficiario de dos fundaciones vinculadas al emérito objeto de investigación.