Díaz presenta las claves de un «nuevo laborismo» pero no concreta su candidatura

«Hay gentes en este país que hacen mucho ruido pero no tienen un proyecto de país, nosotros sí lo vamos a tener, por una sencilla razón, porque queremos gobernar, por eso llevamos tantos meses con esto», afirmó Díaz sobre el escenario de una nave industrial reconvertida del madrileño barrio de La Latina en el que estaba acompañada, entre otros coordinadores de grupo, por el ministro de Universidades, Joan Subirats, representante de la cuota de los comunes en el Gobierno, la formación de Unidas Podemos más cercana a la vicepresidenta.

La líder gallega, que dijo estar «emocionada», lanzó también un aviso a todos los que conforman el espacio de izquierdas, desde el PSOE a Podemos pasando por Más País o Izquierda Unidad, que aspiran a reeditar un Gobierno de coalición tras las próximas generales. «Estamos trabajando mucha humildad y esperanza pero sabiendo que Sumar es la llave de ese nuevo Gobierno progresista. Si no sumanos va a llegar a España la barbarie», zanjó Díaz.

La vicepresidenta puso a su padre, el sindicalista Suso Díaz, que se encontraba entre el público, como ejemplo de una generación que «superó las diferencias». Una mención con la que hiló su siguiente mensaje a este bloque político: «Si todas estas formaciones comparten el proyecto de país estoy convencida de que vamos a sumar. Yo soy optimista, lo que nos sirve es cambiar la vida de la gente y estoy convencida de ello».

Antes se habían desgranado las propuestas de los grupos de trabajo de Sumar, aunque al menos de cara al público, siguen siendo muy generales. Desde la plataforma de Díaz esperan tener preparado el documento definitivo «en unos meses», como han explicado en varias ocasiones, pero siguen sin concretar ninguna fecha, ni si esta será antes o después de las municipales y autonómicas de mayo.

La idea en la que gira gran parte de este trabajo pasa por la construcción de «un nuevo laborismo» con las «políticas públicas y de cuidados en el centro» para acabar «con las altas desigualdades presentes en la sociedad».

Del grupo Trabajo Decente, la catedrática Amparo Merino señaló la necesidad de «construir un nuevo estatuto de trabajo», la reducción de la jornada laboral que, ha afirmado, «es beneficiosa económicamente, no solo ayuda a la conciliación», y reformar las indemnizaciones por despido para que estas, dijo, «reparen el dolor causado y desincentiven a las empresas a despedir a sus trabajadores».

En esta tormenta de ideas en la que se ha convertido el proyecto de Díaz, también hay algunas prouestas pertenecientes al ámbito alimentario, como «depender menos de los procesados» y primar los productos vegetales mediante políticas de fiscalidad. Al sanitario, en el que ponen el foco en la salud mental y en la renovación de los hospitales «para fortalecer nuestro sistema público» o que la salud bucodental o la óptica formen parte de la cobertura sanitaria universal.

Algo más concretas fueron las propuestas del grupo denominado de Calidad Democrática, encabezado por el profesor de Ignacio Sánchez-Cuenca, que afirmó que «la política española ha sufrido un proceso de degradación importante. Para superar esto -zanjó- hay que establecer un nuevo contrato democrático entre la ciudadanía y sus representantes, que no deje a nadie fuera y en el que nadie se sienta excluido».

Estas medidas pasan, según explicó Sánchez-Cuenca, por «potenciar los mecanismos de democracia directa haciendo más flexibles los requisitos para las consultas populares. Que los debates electorales, en vez de ser cara a cara, los ciudadanos puedan lanzar preguntas a los candidatos sin que estos sepan su contenido».

Desde Sumar explican que es una «buena oportunidad» para que coordinadores y participantes de estos grupos sectoriales presenten las ideas marco planteadas, a modo de ejes del futuro documento de proyecto. Incluso señalan que esta reunión será un «punto de inflexión» para el objetivo de concluir ese texto programático.

Hasta la fecha, Díaz ha visitado 12 ciudades y ha desplegado 10 actos del proceso de escucha de Sumar, a los que estiman que han asistido más de 10.000 personas. Además, Díaz ha programado otros dos actos de Sumar que realizará en Cataluña. El primero será en Tarragona el día 13 mientras que el 14 será el turno de Barcelona. Precisamente los comunes han expresado su respaldo total al proyecto.

Este jueves, la vicepresidenta, no solo se refirió al futuro de Sumar, también aprovechó para comentar la actualidad política, como las huelgas que están llevando a cabo sanitarios en varias comunidades autónomas. «Me quiero solidarizar no solo por la sanidad pública madrileña, con los profesionales del conjunto del país. Hay elementos en la sanidad pública que son intolerables, hay que expulsar la precariedad del mundo laboral», señaló.

Desde Podemos, paralelamente, urgen a Díaz a «aclararse cuanto antes» sobre su futuro. Una petición que llega a cinco meses de las municipales y locales, en las que ultiman acuerdos con Izquierda Unida territorio a territorio y en el que la vicepresidenta segunda y su proyecto no estarán presentes.

Aunque los morados dicen respetar los tiempos y decisiones de Díaz, consideran que habría que negociar ya los términos de una coalición y que «ojalá termine cuanto antes» de construir «su partido», afirmó esta semana la ministra de Igualdad, Irene Montero, en referencia a Sumar.

La dirigente de Podemos también aseguró que su partido no va a integrarse en Sumar y aspira «únicamente» a una alianza electoral como ocurre con el actual espacio de Unidas Podemos, que lo integran formaciones diferentes que se «respetan los unos a los otros».

Recientemente, la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, manifestó también su deseo de que la vicepresidenta haga campaña por Unidas Podemos en las próximas elecciones de mayo, que sitúa como cita clave para la izquierda, aunque esta aún solo ha confirmado que compartirá actos con la actual alcaldesa de Barcelona y líder de los comunes, Ada Colau.