Díaz evita el choque con Iglesias y pide «trabajar por el bien común»

Pero la relación entre exvicepresidente y vicepresidenta, de «gran amistad» desde que se conocieron hace diez años durante la campaña de las autonómicas gallegas de 2012, no atraviesa su mejor momento. Sobre todo tras designar el exlíder morado a la gallega como su sucesora el año pasado sin que esta conociera la decisión previamente.

Iglesias, ahora liberado de cualquier atadura institucional, recordó a Díaz que fueron él y su formación quienes la catapultaron al presionar al PSOE para formar el primer Gobierno de coalición de la democracia: «El resultado de eso es que existe Yolanda Díaz. La condición de posibilidad fue Podemos». El ex secretario general de los morados incluso denunció que hay una campaña avalada por la «izquierda mediática» para bendecir a Díaz en detrimento de Podemos.

Díaz le respondió un día más tarde que «los liderazgos los decide, afortunadamente, la gente» y que se someterá a un proceso de primarias si decide dar el paso de ser candidata en las próximas elecciones generales. Este jueves evitó hacer fuego amigo sobre esta cuestión y reiteró una y otra vez que «la ciudadanía lo único que quiere es que trabajemos por el bien común, estoy centrada en la acción de Gobierno», cada vez que era preguntada por el intercambio de declaraciones. Sin negar las rencillas, Díaz acabó por zanjar las preguntas con un «creo que me he explicado bien».

Esta vez la vicepresidenta sí estuvo respaldada por la plana mayor de Podemos y de Izquierda Unida con la presencia en la presentación de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el titular de Consumo, Alberto Garzón. También la secretaria de Organización del partido morado, Lilith Verstrynge, y el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique. La gran ausencia fue la secretaria general de la formación, Ione Belarra, que se excusó por cuestiones de agenda.

El miércoles, Díaz reactivó su «proceso de escucha» tras el paréntesis que anunció para centrarse en la respuesta del Gobierno a los efectos económicos de la guerra en Ucrania. El objetivo sigue siendo montar un frente amplio que pueda llegar a trascender los «límites de la izquierda». Lo hizo dándose un baño de masas en la que fuera su alma máter, la Universidad de Santiago de Compostela. La vicepresidenta aún desdeña la vitola de candidata que desde Podemos se empeñan en colocarle. El lunes, el propio Pedro Sánchez se refirió con desdén al bloque situado a la izquierda del PSOE como «el espacio de Díaz», algo que los morados no corrigieron.