José Villarejo utiliza «procedimientos heterodoxos» para «obtener, procesar, analizar y explotar información de interés judicial-policial». No es ninguna acusación, es la definición que hace el excomisario de su forma de trabajar y que viene recogida en un comunicado firmado por su abogado, Antonio José ... García. También señala que sus operaciones, además de «consentidas y aprobadas» por sus mandos, eran «aplaudidas y premiadas por todos sus superiores operativos y políticos».
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El ex mando policial dice que cuando salga en libertad «detallará», sin poner en riesgo «fuentes y métodos», en qué operaciones ha trabajado y cómo lo ha hecho. Pero ahora lo que le preocupa son las filtraciones de las grabaciones de conversaciones suyas con diferentes protagonistas de la vida pública, en esta ocasión la exsecretaria general del PP y su marido.
Sostiene que esas informaciones «ininterrumpidas y sesgadas» perturban el procedimiento judicial y «coinciden» con los momentos en que «se evalúa la concesión de libertad». Villarejo ve «sospechoso» que las grabaciones que salen a la luz se refieran a «actividades privadas irrelevantes desde el punto de vista penal», pero con una «clara intencionalidad de atacar a contrincantes políticos».
La Policía se hizo con los archivos del excomisario en los allanamientos del 3 y 4 de noviembre del año pasado a su despacho profesional y a su domicilio. En total, se calcula que hay más de 20 terabytes de información, pero Villarejo no facilita el trabajo y se ha negado a dar los expertos la contraseña para desencriptar los discos duros. Las fuerzas de seguridad aún están lejos de acceder al contenido de todos los archivos grabados durante dos décadas con un minúsculo micrófono espía.
Villarejo considera en el comunicado que es «temerario» que con estas filtraciones en algún momento se deje al descubierto «la seguridad de informadores, procedimientos o infraestructuras que deberían mantenerse en seceto» so pena de «causar un daño irreparable al interés nacional». En la nota se recuerda que el excomisario recomendó desde un primer momento que todo el material intervenido fuera enviado al CNI para que se protegiera la información sensible para la seguridad del Estado.
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Se queja asimismo que los responsables de la custodia, la Audiencia Nacional y la Policía, no actúen de forma adecuada y no preserven el secreto del sumario en su causa por «interés político y por otras razones que se antojan inconfesables».
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