Crisis interna en el PP catalán

Nacho Martín Blanco, diputado en el Congreso y número 1 de las listas por Barcelona, ha dicho que comprende, pero no comparte las críticas de Fernández a los contactos del PP con Junts. «Todos estos años han sido muy duros. Los nacionalistas y Junts han menospreciado a los catalanes que nos sentimos españoles. Pero no soy partidario de los cordones sanitarios», ha asegurado en RTVE. Blanco se ha alineado con Feijóo y ha admitido discrepancias con la línea de Fernández.

El presidente del PP de Barcelona, Daniel Sirera, veterano dirigente popular, también ha avalado la vía de abrirse a Junts. Él mismo ha reconocido que ha hablado con dos concejales y un exdiputado de Junts. Informó a Feijóo y ha señalado que se limitó a preguntar a los junteros qué querían para la investidura y saber si estaban negociando con los socialistas. «Feijóo no me ha encargado ninguna negociación», ha aclarado en Rac1. «No soy interlocutor de nada», ha rematado.

Ni Martín Blanco ni Sirera acudieron ayer a una conferencia que Alejandro Fernández pronunció en Barcelona para marcar perfil propio. El presidente del PP catalán salió en defensa del expresidente Aznar y dijo que comparte su planteamiento sobre que la amnistía significa «el blanqueamiento de los graves delitos cometidos en 2017 y un incentivo clarísimo para volverlo a hacer». «Supone una humillación, sin precedentes, a los constitucionalistas catalanes, que pagamos un alto precio social por defender la democracia», dijo.

Fernández envió un mensaje a Génova: no piensa apartarse de la dirección del PP catalán y dará la batalla por mantenerse al timón en el próximo congreso, a pesar de que la dirección nacional apueste por otro dirigente. En agosto, fue muy contundente contra la vía Feijóo de explorar a Junts. «Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista con el que se niegan a hablar. Que alguien me diga de qué hay que hablar con ellos», afirmó.